miércoles, 14 de abril de 2010

El Arte del encuentro

Durante mi seminario del Arte del encuentro, hicimos un ejercicio que me pareció super divertido, no sólo por el tener que hacerlo, si no por mostrar de alguna forma física como la información es procesada por las personas y a través de las personas desde el escuchar y hacer y desde el ver y pensar;  como la misma información puede ser diferente en el imaginario de cada uno y cómo a partir de eso que se procesa puedes entender y/o crear una historia totalmente distinta.

Hacer este ejercicio me pareció una forma realmente eficaz para entender más órganicamente lo que habíamos leído, lo que estabamos trabajando en clase y como eso se mezcla en el tipo de metodología que usa la Terapia a a tavés de las artes (TAE), les cuento un poco:
Empezamos dividiendonos en  3 grupos:
- Los lectores - narradores
- Los Pintores o Performers
- Los recepctores cuentistas

Entonces, las cosas fueron más o menos así: Los lectores - narradores tenían que leer La noche boca arriba, un cuento de Julio Cortazar (Se recomienda altamente leerlo antes de seguir con el post), para luego narrar la historia a su manera a los Pintores y Performers. En base a eso, había que hacer 2 cosas:
- Una representación gráfica de lo que se había escuchado.
- Un performance de lo que se había escuchado

La diferencia entre los narradores fue muy marcarda, las dos contaron la misma historia pero una fue muy concreta y enfocada en los hechos precisos de la historia, mientras que la otra se explayó muchísimo más y se enfocó más en los detalles de los lugares y experiencias sensoriales de los personajes.

Luego de eso, los Pintores y lo Performers tenían que realizar su trabajo con la información recibida. No voy a poder describir correctamente el trabajo de los pintores, porque la información trabajada por ellos se quedó en las cartulinas, ellos trabajaron con la descripción concreta. Que pena no haberles tomado una foto.

A mi me tocó el performance y junto con Tania nos dispusimos a hacerlo. Las dos concoordamos en que las historias nos daba la sensación de ser paralelas o tal vez repetitivas, como si fuera el mismo sujeto al que le habían pasado historias de estructura similar pero en diferentes epocas o tal vez dos personas distintas en situaciones similares.Creo que es inevitable no sentir que el cuento te habla de un sueño o un delirio, pero a la vez la forma en que nos lo contaron fue tan vívida que bien podrían ser sucesos literalmente reales.

Sin embargo, creo que si habían puntos en los que ambos eran claramente antagónicos, había algo distinto en ambos, en un momento uno se sentía protegido, sostenido y aliviado y el otro necesitado, arrastrado y angustiado, no sé si la analogía era la similitud.

Siempre he pensado que las historias se repiten en forma paralela en el mundo, con algunas variaciones claro, cada persona le da un giro distinto a algo que puede ser simplemente una repetición (cómo en las familias), también me siento que cuando algo sucede la energía de ese suceso puede ser captada por cualquiera que este atento, este cerca o no (y cuando me pongo a pensar en las conexiones entre dos personas ese mismo pensamiento se multiplica por un millón, en fin).

Entonces... nosotras decidimos que nuestro movimiento debía empezar con desplazamientos a lugares distintos pero paralelos entre sí, hasta llegas a un punto en el centro del espacio en el que "ambas realidades" se chocaran pero sin verse una con otra; allí empezaría un "reconocimiento ciego" de movimientos enlazados, siempre pensando en la sensación de que ambos podrían ser el mismo o tal vez dos seres distintos cuyos caminos estaban inevitablemente unidos o tal vez eran increíblemente parecidos.

Luego de unirse - encontrarse y  mesclarse - reconocerse, es que el movimiento empezaba a conflictuarse, uno era sostenido y el otro era arrastrado, los dos siempre manteniendo aquello que los hacía iguales pero también aquello que los hacía diferentes.

Hasta que llegó el punto en que ambos debían parar,  uno para tomar aire, para recuperar el aliento ante la angustia y el otro para recuperarse también pero dentro del alivio, siempre ambos con la sensación inevitable de que algo estaba por cambiar y que inevitablemente, aunque eran distintos y estaban en lugares distintos, parecía que al final estaban en la misma posición.

(¡Que heavy haber trabajado eso ese día! ¡No se imaginan! Sin embargo hay una extraña satisfacción en hacer algo que crees que no podías y salir de tu círculo de seguridad)

Luego de nuestro performance, Sol que era la receptora cuentista, hizo un cuento corto con las imágenes que ella había tenido acerca del performance. Esto fue lo que escribió:

" El y ella caminan por un espacio de mirada vacía, se desencuentran.

Se encuentran en el pasado, uno levanta el peso muerto del otro, lo arrastra hacía su propia vida.

El hace que ella choque contra las piedras, que le duela; pero es el mismo quien la levanta y la deja ahí... resonando con la pérdida.

Ambos son testigos de lo que ya no existe y se quedan ahí... suspendidos, atónitos y reales."


Sol dijo que veía el performance y pensaba que yo era "inevitablemente femenina" (curioso, en una clase de introducción a Laban me han dicho exactamente lo mismo, solo que con unas cuantas connotaciones más que escribiré en algún otro post), que los personajes eran muy marcados, que Tania era "evidentemente masculina" (En temas de movimiento, esa es una cualidad que me gustaría lograr, mi entrenamiento de ballet clásico marca mucho mi movimiento, ya de por si mi movimiento natural es muy marcado desde la panza de mi madre) y que los dos juntos eran claramente una pareja.

Al final, todos juntos volvimos a leer el cuento y vimos la filmación de las narraciones, el resto de trabajos ya habían sido presentados también y juntos discutimos acerca de como lo que uno "encuentra" como información y como lo procesas de acuerdo a como te "encuentra" dicha información, cómo lo que llevas también influencia dicha información y que todo lo que vas encontrando seguramente nunca será una literalidad (y uno se pregunta ¿entonces que significa "literalidad"?¿ no será una palabra inventada para hacernos pensar o sentir que hay algo que se escape a los sentidos variables? entonces... la literalidad... ¿existe?o ¿no existe?)


Todos recibimos información del otro y aunque todo partío de exactamente el mismo punto, las cosas que se entendieron al final fueron totalmente distintas y ninguna menos válida que la otra, simplemente fueron las formas en que cada uno expresó lo que había recibido, desde lo mental a lo sensorial.

Hicimos un ejercicio que nos dejó percibir la importancia del "encuentro" en la terapia, con las  personas, con nosotros mismos y como efectivamente hacer que eso floresca y se mantenga (mantener el fuego decían las lecturas), es tarea de artistas. Lo bueno es que bajo la percepción de la TAE todos somos artistas simplemente porque todos tenemos la capacidad de crear, imaginar, tranformar y evolucionar.

Si lo piensan bien, es la forma en que la naturaleza se mantiene viva y se renueva, la naturaleza se mantiene a través del cuidado y de la capacidad de sobreponerse al cambio, de adaptarse a  la adversidad y buscar nuevas opciones,  pero para encontrarlas hay que ir a su encuentro para luego ver que encuentro.

Se requiere valor, creo que también un poco de pasión.

Luego de todo el proceso, siento que el arte del encuentro es un poco eso,  tratar de entender lo que el otro dice y como lo ve, entender su percepción y acoplarla con la propia sin buscar hacer de las imágenes algo literal, sin interpretar sólo lo que uno quiere interpretar. "Eil arte del encuentro" para mi tiene que ver con mi propia capacidad de transformar, pero muy por encima de eso, tener la voluntad de dar algo, ya sea la propia capacidad de encaminar cosas o dar aquello que ya no nos ayuda a seguir adelante para hacerlo distinto.

Mi primer seminario ha sido realmente maravilloso, este fin me toca el seminario de música. ¡Ya no puedo esperar!

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