miércoles, 26 de septiembre de 2007

Mudanza


Por circuntancias ajenas a mi voluntad y a la de mis roomates... tendremos que mudarnos....


Odio las mudanzas!!!!!!!!!!!!!!!


Quisiera poder vivir para siempre en un solo lugar... un sitio que aunque tenga que viajar siempre pueda regresar y saber que es mio.

Ya empecé a buscar casa nueva.. lo cual me llega porque esperaba no tener que buscar nada en por lo menos 1 año.

Entonces, tengo que empezar a buscar un sitio que este de acuerdo a mi presupuesto, que sea lindo, que tenga ventanas pero no mirones, donde no hayan tios acosadores invitadores de chorizito, que tenga una mini cocina (o algo que se le paresca), que no huela a cuchitril, que no se vea como chuchitril, que no este en un sitio cuchitrilesco, que este cerca de las cosas que hago, si es posible que tenga un parque cerca para poder ir a sentarme los dias que me entra el autismo pero donde no haya un grupo de chibolos que me alucinen mal, un sitio donde a nadie le moleste que cante a más de los decibeles permitidos, donde no chequeen mis entradas y salidas (para eso pues me mudo con mi mamá) y si es posible (esto tal vez ya es mucho pedir) tener algún roomate que sea tan bueno(a) como los que tengo ahora y a quien pueda molestar cuando llego a mi casa y no sentirme tan solita.

Voy a extrañar al duende que nos mueve las cosas y baja el volumen de la radio... si hasta sabía su nombre.

Me gusta vivir cerca de la huaca, es un sitio recontra buenas vibras, ojalá encontrara un sitio mágico.

Si alguien sabe de un sitio asi, me avisa ¿si?.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Una historia


Entonces, erase una vez... una historia.

Un dia, que recuerdo con fecha y todo, conocí a este chico y fue como si me hubiese interceptado la onda expansiva, me dió una corazonada tan extraña al verlo que todavía puedo recordar la sucesión de eventos de esa noche... y del lunes siguiente y muchos dias subsiguientes.

La verdad es que nunca paso nada entre los dos más alla de un abrazo mientras dormiamos en un cuarto lleno de gente, los dos conociamos el gusto por el otro, pero en esa sucesion de eventos sin sentido que tiene la vida, pasaron 6 años y nunca paso más que ese dulce abrazo viajero. Sin embargo durante esos años siempre lo tenia en mi mente como pensamiento recurrente, no sabía porque, osea si... me gustaba, pero la verdad me sentía un poco tonta pensando en él. Nunca había pasado nada, ¿por qué lo tenía siempre en mi mente?

Llegaba el fin de año del 2005 y yo tenía planes de irme a USA en el verano, la verdad no lo quería tanto, no me emocionaba mucho el irme en ese momento, sin contar que tenía a un ex novio (que no era ex en ese momento) que me insistia para que no me fuera porque era su uno de sus anhelos pasar el vernao con su enamorada, eso me molestaba tanto!!! Nunca preguntó: ¿Necesitas irte? ¿que es lo que quieres hacer? Así que algunos dias, solo por darle la contra, tenia ganas de irme y dejarlo solo en su verano fantástico. Sin embargo hay algo que me decía NO TE VAYAS. Y yo que suelo hacerle caso a mis amigos imaginarios, pues no me fui.

Por razones bastante obvias, no seguí con aquel muchacho y continué una linda y tranquila vida de soltería, sin pesares, sin explicaciones, sobre todo esperando tener las mejores vacaciones de mi vida, pues aquel verano estaba trabajando y podía gastarme la plata en lo que quisiera. Estaba completamente segura de que algo maravilloso iba a pasarme y caminaba por las calles cantando canciones alegres.

Un día me encontré con aquel chico del dulce abrazo viajero en el messenger y como siempre empezamos a contarnos un poco de lo que estabamos haciendo; como siempre el me pregunto por mi novio y yo esta vez (luego de muchos años) ¡no tenia novio! y la pregunta obvia fue de vuelta: ¿Y tu novia? Yo ya no tengo novia - me contesto - y yo empecé a imaginarme un millón de cosas.

No fue hasta Febrero del 2006 en que nos juntamos en una reunión que hizo justamente la amiga que nos presentó: Va a ir a la reunión? me preguntó. Si y tu? tambien, a que hora? a las 7; nos encontramos allí entonces, OK! Nos vemos entonces. Allí empezó todo, la noche del 17 de Febrero del 2006.

Fue una reunión de esas que son cómodas para todos; ambiente conocido, gente conocida, bromas alegremente conocidas, personas karmosamente conocidas. Yo llegué un poco despues de las 7 por circunstancias ajenas a mi voluntad, cuando estaba en camino me llamó el chico del abrazo:
¿Donde estas?... En camino...¡Eres una tardona!... ¡Ya estoy llegando! .

Estaba realmente emocionada, en tantos años de conocernos nunca habíamos quedado en encontrarnos en algún sitio; siempre fueron bromas, indirectas directas, juegos de palabras, un millón de cosas, pero nunca el encontrarnos y las pocas veces que dijimos ibamos a hacerlo por alguna razón uno de los dos no podía llegar.

Llegué y allí estaba, vestidito de oficina, se le veía tan lindo!!!! y olían tan bien!!! lo saludé con un beso y recorde rápidamente las veces que lo veía en el parque, cuando conversaba con el, cuando se recostaba en mis piernas mientras todos conversabamos... mi chico del abrazo siempre ha tenido la capacidad de removerme las hormonas tan sólo con acercarse un poco. Poniendo cara de autocontrol me alejé despacito y empezamos una conversación de la clase que usas cuando no sabes que decir: ¿Cómo has estado? ¡Qué bien!... bla, bla, bla.

La gente empezó a llegar y todos a conversar, hace tanto que no nos reuniamos todos. Obviamente, como en cualquier reunión de reencuentro empezó a faltar alcohol y los mismos voluntarios de siempre se ofrecieron para ir a comprar, los mismos conversadores de siempre se quedaron conversando; yo no sé en que grupo clasificarme, me quedé sí, pero porque estaba escuchando Take a picture de Filter y esa es una canción que siempre me da ganas de moverme, pero obviamente nadie bailaba, así que me salí a bailar sola a la entrada de la casa.

No había nadie donde yo estaba, así que podía bailar con tranquilidad... cuando me conecto con una canción me vuelvo una niña autista... escucho la música pero no existe nadie más en el mundo más que ella y mi movimiento; cierro los ojos y la vibraciión me indica que hacer. Tarareaba la canción cuando escuché: ¿que haces? y tuve que regresar de mi lugar autista. Luego de volver mis sentidos a su estado natural, conteste: bailo.

Era el chico del dulce abrazo viajero; no sé si me miraba hace rato o recien salía; igual esa canción a mi me encantaba y pretendía seguir mi danza autista hasta que terminara. Buena esa canción no? me dijo, y yo si.. no se quienes son, pero a mi me gusta.

¿Te puedo dar un beso?

Allí yo regresé de mi autismo, me reí de nervios... eran 6 años que me habia pasado imaginando que lo besaba, soñando que hacía cosas con él en lugares que no conocía y así con esa simple pregunta tenía que escoger si continuaba o lo hacía realidad. Yo sabía la respuesta desde siempre, sólo había estado esperando ese momento.


Con un gesto de aceptación me acerqué y empezamos a besarnos; todo fue puro descubrimiento, la forma en que besaba, como usaba sus manos, su respiración en mi piel, su sabor en mis labios. No era lo que yo imaginé, ni si quiera remotamente cerca; no fue nada de lo que esperaba, sin embargo, mientras el corazón me latía fortísimo y solo podía pensar en que no quería dejar de besarlo nunca. Volví a sentir esa onda expansiva, esa corazonada que ya no era extraña, simplemente me decía que no me equivocaba.


Un par de horas más tarde me acompaño a mi casa caminando, no sé si fue lindo o que... lo recuerdo como algo tan confuso; tal vez sea porque pensaba en un millón de cosas, tal vez sería porque mis amigos imaginarios decían un millón de cosas tambien, cantaban, saltaban, bailaban... toda una fiesta espectral.... hasta que uno paró y me dijo: Valeria, sabes que de aquí no hay regreso; claro que no hay regreso -contesté- siempre lo he sabido.


Sin embargo, a pesar de saberlo, no reparé en lo que realmente quería decirme, no era una advertencia para el camino que empezaba con ese beso, si no para el que yo tendría que seguir sola despues.