domingo, 30 de diciembre de 2012

Pequeñas reflexiones durante la limpieza de fin de año

Abres una caja, tremendo monstruo ahí dentro, miras y piensas: no me deshice de esto la ultima vez?. Lo botas (de nuevo según tú). Volteas y ves cuantas cajas has abierto (Demasiadas) y cuantas cosas ya no usarás (No las suficientes, ya lo verás). 

Todo está patas arriba. ¿Quién va a poner todo esto en su sitio? (Tú claro, ¿quién más? ¿Por qué te haces esa pregunta? ¡Duh!) Sacas las bolsas negras, empiezas a llenarlas y las pones cerca de la puerta (Parece una pequeña morgue), el espacio empieza a despejarse pero aún puedes ver lo que se ha ensuciado luego de sacar todo lo anterior (Y lo que estaba dañado y escondido por esas cosas anteriores también). Miras el piso lleno de pedacitos de cualquier cosa mezclada con polvo y la mesita de noche con cosas dejadas en algún descuido.

Tu casa parece un montón de olvido, de cosas sin ordenar. Y ahí estas, tratando de darle forma a algo que sabes tal vez nunca termines de hacer, pero haces el intento. Sabes que tal vez nunca se vea como esos “Ideales espacios pequeños” que buscas para tener alguna idea de cuál podría ser el camino de la organización sostenible que funcione para ti. Cuál será pues, no sabes, pero ahí estas… haciendo el intento para nunca tener que imaginarte lo que habría podido ser. 

lunes, 17 de septiembre de 2012


 
Pienso que deben haber muchas razones que no me atrevo a imaginar porque pueden ser tan ingenuas como potencialmente terribles, me da miedo, me da miedo pensar que no pudo distinguir entre mi intuición y el terror a ser herida de nuevo.

Lo único que me aventuro a pensar es que cuando uno quiere algo, busca la forma de hacerlo posible. Ahí me duele, no hay deseo pienso. No debo esperar pienso. Yo quiero compartir pienso. Yo quiero enamorarme pienso. No hay con qué, no hay terreno para el amor en las ausencias.

A veces sólo hay personas que encuentras en el camino. Yo estaba en el camino, ya no lo estoy más. Tu tampoco. Tampoco buscamos un camino, tampoco lo hacemos. No hay senda compartida.  

No.

Yo espero el deseo, el deseo verdadero, el deseo que hace que uno imagine posibilidades. Yo quiero ser el deseo. Yo quiero ser la posibilidad.

Un portal.

Inmortal.

Infinito.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Tengo hambre, voy a morir.

Esa era mi fantasía tóxica, recurrente, torcida, borrosa. Nunca ha estado escondida, yo siempre la he tenido presente, nunca he querido hablarla, tocarla. Cada que aparece enmudesco pero ella esta allí, siempre al frente.

"No tengo hambre", no lo tenía, no lo sentía; estaba asustada. No siento deseo de alimentarme, voy a morir. Voy a morir. Siempre ese pensamiento, voy a morir.

La comida que ingería pasaba como pedazos de cartón sin sabor, plastas de algo recorrían mi garganta y yo no sabía si estaba llena, si debía dejar de comer en algún momento o si tenía sed. Nada. No sentía nada.

Los lugares dónde trabajaba me daban la comida, desayunos y almuerzos. Cada mañana llegaba y pensaba en qué era lo que un cuerpo necesitaba para iniciar el día y escogía un café con leche, un pan, una fruta. Comía, despertaba, continuaba hasta el almuerzo. Allí dejaba que la señora de la cafetería me sirviera cualquier cosa, "Estas tan flaquita hijita" y ¡Paf! me servía un plato de obrero. Yo me comía hasta el último arroz pero sin hambre. Los cocineros se desesperaban al verme y mandaban cosas a mi oficina, pancitos, omeletes, fruta, galletas; parecia que tenían angustia. Yo no quería angustiar a nadie y me lo comía.

"Flaca, eres anorexica ¿verdad?" me dijo un amigo un día. Enfurecí. No, no soy anorexica le contesté. ¿Qué se había creído?¿De dónde sacó eso?.

Yo sólo no tenía hambre. A pesar de eso comía porque racionalmente estaba preocupada, ¿qué sucede con mi instinto de auto preservación? No tengo deseo de alimentar la vida, pensaba en eso todo el tiempo, en eso como una señal de mi cuerpo ¿Qué quiere decir esto? No lo entiendo, no me entiendo.
Dos comidas obligadas al día de Lunes a Viernes, 40 raciones consumidas a la mala en un mes, "Deberían ser más, ¿que hago? Siempre contaba la cantidad de veces en que me alimentaba, tenía que hacerlo porque si no las contaba las pasaba por alto, porque para mi las horas del día eran siempre las mismas, mis necesidades biológicas estaban como borrosas, restringidas. Salía de trabajar y no comía más, en mi cabeza rondaban las cuentas: 16 horas sin comer, eso no puede estar bien ¿Qué hago?. 

Los Sábados y Domingos ya ni los medía, recuerdo que dormía mucho, dormía mal, con sobresaltos, con sueños horribles. Tenía sed, tantísima sed, tantísimo frío. Caminaba al chifa y compraba una sopa, llegaba a casa y al tomarla sentía como si me hiciera cariño por dentro... tibiecita, calmada, me quitaba la sed, me quitaba el frio, no importaba que no tuviera hambre, la sopa era amable.

Me acurrucaba en mi cama y miraba la pared blanca, vacía, miraba la mesita con la comida que había llevado una amiga, miraba de lejos como se podría. Se veía buena, pero yo no sentía impulso de tomarla, la veía y sentia que no era algo para mi, sólo la veía. Así se acababan las noches y los fines de semana.

Sentía que yo no era suficiente para cuidar de mi misma, todos los días sentía que no iba a poder, "No es suficiente, nunca es suficiente" pensaba....  En la esquina de mi cuarto me miraba sola y pensaba que yo no era suficiente, pero tampoco tenía a nadie más.. Voy a morir, no soy suficiente para cuidar de mi misma, repetía. "Tu tienes que salvarte" me decía a mi misma, "No puedo, todo me duele mucho" me contestaba. Volvía a mirar las paredes blancas y pensaba que sí pues, si no había nadie tenía que ser yo. Que triste era ser yo.

En orden de salvame me paraba de la cama todas las mañanas para ir a trabajar y repetía: Limpieza, vestido, arreglo de espacio, billetera, seguro médico, lentes, celular, llaves. Educación para un niño adulto, pensaba en la ducha, recordarme a cada rato las cosas básicas que tenía que hacer.

Caminaba a tomar el bus y me sentía mareada, "Voy a morir" me decía... "¡No!" me contestaba, paraba y esperaba a que mi visión fuera menos borrosa antes de seguir caminando. Vas a estar bien, vas a estar bien, todo va a pasar... seguido de mi propio speach acerca de las razones físicas del mareo y su relación con mi no comer, las consecuencias de no hacerlo.

Un día por fin tuve hambre. Quería un sandwich y un café de una cafetería cercana; lo pensaba, lo saboreaba... pero me sentía tan debil para caminar. No importa, voy a ir - me dije.

Cuando caminaba para la avenida empecé a marearme de nuevo. "Voy a caerme en medio de la pista y me van a atropellar, un carro me va a atropellar por haber salido a la calle, por tener hambre". Voy a morir porque tengo hambre". Entonces retrocedí decidí caminar por la calle paralela a la avenida porque ahi no habían combis, había un parque. "Si muero de hambre, moriré en un parque y nadie me va a atropellar".

Así que caminé por el parque y cuando llegué a la altura de la cafetería corrí hasta la puerta, pedí lo que se me había antojado y regresé caminando a mi casa por el parque, comiendo mi sandwich en el camino.

Cuando llegué a casa, me senté en la cama y suspiré. Me había alimentado con algo por lo que sentía deseo y no había muerto.


viernes, 7 de septiembre de 2012

¿Podrás ver?

¿Podrás ver tú misma la dimension de tu belleza? Me dijo él mintras tomabamos el té.

Yo embelezada con lo que acaba de decirme lo miraba sin despegar los ojos y mientra jugaba con mi cucharita parpadeé, me di cuenta que en esos instantes desee besarlo por esa frase y baje la mirada cuando caí en cuenta que ese beso imaginario podría llevarme a un lugar que ya estaba en el pasado para mi.

Por un momento desee que eso hubiese pasado años antes, cuándo lo amaba... desee que eso que ahora él veía pudier ser visto por alguien de quién yo estuviera enamorada y claro, caí en cuenta de que alguna clase de amor le tenía, pero enamorada ya no estaba. Le sonreí y bajé los ojos nuevamente.

Al mirarlo de vuelta me di cuenta que me miraba así... como antes, como si fuera a desvestirme ahi al costado de la mesa, sentí ganas de reírme y le dije bromeando:

- Ya me había olvidado de tus miradas irrespetuosas.

- Es que sí pues, yo viviria faltándole el respeto, con el mayor respeto, a aquella mujer de singulares medidas, contorneadas caderas, de corazon loco pero experto.

- Loco pero experto...

- Indomable...

- Ja... ¡Todas esas cosas soy!¿Y qué más?

- Ahhh eres renegona y pesada, a veces incrédula, pero sólo a veces... como ahora por ejemplo, que crees que te digo todo esto con dobles intenciones.

- ¿Y no es así? Bueno... ¡tampoco me molestan eh! Los deseos indecentes siempre aparecen, para que hacernos los locos.

- Sí.  Es que tu eres así medio salvaje y es algo que no entiendo de ti, a veces me asusta. A ti el que trate de domarte además de lastimarte va a salir lastimado, porque aunque pareces frágil e insulsa a veces (¿Insulsa? ¿Insulsa me ha dicho?- pensaba yo) sabes cómo golpear a la gente dónde más les duele... es bien maquiavélico porque quien no te conoce, cree que estas en silencio porque no tienes nada de decir, cuando en realidad estas observado los gestos, los afectos... tus silencios son buenos como potencialmente peligrosos.

- Entonces soy insulsa y peligrosa...

- ¡Ah! no te me pongas peleonera que no te sale... Tu sabes esto, lo peculiar es que esos lados siempre estan ahí para verlos y yo recién he visto eso de ti, aunque has estado todo el tiempo. Acabo de darme cuenta de eso. Tu siempre fuiste clara, el que no veía eso era yo. Y por eso se nos fue todo a la mierda...

- Sí.

- Ahora hay algo que se fue y no se que és, pero te miro y sé que ya no esta. Ahora cuando te veo estas mas callada, más lejana y te extraño. Extraño tus explicaciones largas y tus mil revoluciones. Te he extrañado mucho.

Yo me quedé en silencio.

Me pregunté porque estas frases llegan con sabor a tarde, me pregunté si es que era intransigente y no quiero dar oportunidades o es que no quiero abrir pasados que me costaron tantas lágrimas. No sé que sea, tal vez es un poco de esas cosas que aunque esperabas, al llegar ya no enganchan con nada.





jueves, 6 de septiembre de 2012

Flores muertas

Flores muertas en mi piel, que nadie las vea, no quiero que que vean mi dolor. Las flores han muerto y dejado espacios que no se si se llenarán de nuevo.

Hay un hueco seco, vacío, sano. No se si se llenará de nuevo. No quiero que nadie lo vea, me da vergüenza... me da vergüenza sentir tan fuerte y  que nadie lo entienda. No quiero verlo, siento pena de mi y mis cicatrices.

Pero si lo encondo, me escondo y yo ya no quiero huir.

domingo, 19 de agosto de 2012

Algunas cosas

No tengo mucho tiempo para escribir , lo extraño mucho... mis días estan muy locos y ocupados, sin embargo llega la noche y me digo que así debe ser la vida... Vida viva y vivida.

Estos días vengo pensando en las cosas que uno aprende con el paso del tiempo y apunto papelitos que luego pierdo. Ya que importa me digo, ya las volveré a recordar. O tal vez no. Yo siempre tengo una pelea con la memoria.

Pero bueno, la webada es simple en verdad. Sólo quiero hacer una breve enumeración de cosas que me he ido dando cuenta en mis episodios cotidianos:

1. Si me quedo sin chamba, ya no creo que no voy a sobrevivir. La voy a hacer de todas maneras, como sea, dónde sea... algo me voy a inventar. Haciendo un pequeño recuento y con la ayuda de los comentarios de varios amigos me esta empezando a quedar claro que Yo siempre encuentro la forma de hacer que las cosas funcionen, me toma tiempo, pero si mi corazón esta envuelto, voy a llegar sin ninguna duda.

2. Tengo todo el derecho y poder de elegir que es lo que quiero para mi. Y esto es una cuestión bien pendeja y bien linda a la vez. Puedo elegir, claro que sí, pero para elegir cosas que enriquescan mi vida tengo que mirarme, mirarme bien, preguntarme que es lo que no me gusta y por qué no lo deseo en mi vida.

Ultimamente esto se ha visto muy presente porque he elegido alejarme de las relaciones confusas y aclarar la posición en la que deseo estar a las personas que son poco claras. Eso requiere de mi el ser clara con lo que deseo, tratar de no dejar que mis miedos comanden mis palabras, requiere que tenga una dosis de valentia que no me conocía (o no me había dado cuenta que tenía).

Me doy cuenta que escoger esto también hace que entre en pequeñas peleas, digo pequemas porque mi posición no es la de pelear, pero si siento que este cambio en mi incomoda un poco a algunos, siento que los confronta con cosas que no quieren ver o decir, siento que les despierta cosas que no saben como manejar, que no saben si es que quieren hacerlo si quiera y al escuchar que menciono cosas me contestan con sus armaduras y espadas. A veces creo que hay personas que han perdido la capacidad de mirarse.

Yo estoy tratando de quitarme la armadura y así aunque suene contradictorio, me siento más protegida. No se bien como explicarlo, pero siento que reconocer mi vulnerabilidad es mi fortaleza.

3. Cada día que pasa me doy cuenta que esto de tratar de categorizar a las personas y ponerlas en pequeños espacios es una gran locura... Empezando por mi. Si alguien trata de etiquetarme de tal o cual manera simplemente nunca llegará a conocerme. Los matices en mi son muchos y es desde ahí que también trato de conocer a las personas.

Los días van pasando y las algunas cosas significativas se me van olvidando, así que hoy pongo unas cuantas para que cuando no recuerde pueda recordarme.

 

miércoles, 11 de julio de 2012

Deja que te cuente de mi desde mis historias, deja que te ame desde el centro de mi ser.

Mi pensamiento a veces parece irse lejos pero mi cuerpo siempre se queda dónde sabe que ama.

Si escuchas mis historias y te quedas en mis silencios, sabrás que aún en mis idas y vueltas, yo siempre sabré amarte.

martes, 5 de junio de 2012

Cómo hacerte saber - Mario Benedetti

Abby Diamond¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo.
Que nadie establece normas salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde forma.
Que la forma no se pierde con abrirnos.
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.
Que no está prohibido amar.
Que también se puede odiar.
Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida.
Que el odio y el amor son afectos.
Que la agresión porque sí, hiere mucho.
Que las heridas se cierran.
Que las puertas no deben cerrarse.
Que la mayor puerta es el afecto.
Que los afectos nos definen.
Que definirse no es remar contra la corriente.
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja.
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.
Que negar palabras implica abrir distancias.
Que encontrarse es muy hermoso.
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.
Que la vida parte del sexo.
Que el por qué de los niños tiene un porqué.
Que querer saber de alguien no solo es curiosidad.
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana.
Que nunca está de más agradecer.
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo.
Que nadie quiere estar solo.
Que para no estar solo hay que dar.
Que para dar debimos recibir antes.
Que para que nos den también hay que saber cómo pedir.
Que saber pedir no es regalarse.
Que regalarse es en definitiva no quererse.
Que para que nos quieran debemos mostrar quienes somos.
Que para que alguien sea hay que ayudarlo.
Que ayudar es poder alentar y apoyar.
Que adular no es ayudar.
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que las cosas cara a cara son honestas.
Que nadie es honesto porque no roba.
Que el que roba no es ladrón por placer.
Que cuando no hay placer en hacer las cosas, no se está viviendo.
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte.
Que se puede estar muerto en vida.
Que se siente con el cuerpo y la mente.
Que con los oídos se escucha.
Que cuesta ser sensible y no herirse.
Que herirse no es desangrarse.
Que para no ser heridos levantamos muros.
Que quien siembra muros no recoge nada.
Que casi todos somos albañiles de muros.
Que sería mucho mejor construir puentes.
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve.
Que volver no implica retroceder.
Que retroceder puede ser también avanzar.
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol.
Cómo hacerte saber, que nadie establece normas, salvo la vida…

miércoles, 30 de mayo de 2012

Somebody that I used to know



Ayer ví este video y muchas referencias (musicales y personales) han surgido en mi mente. A ver cuál se ordena primero y termina en un post. Por mientras, comparto la cancioncita que debo decir, me gusta mucho.

viernes, 25 de mayo de 2012

Fin del Contrato

No te lo voy a negar, el sexo contigo fue genial. No te lo voy a negar, fuiste la primera persona que despues de mucho tiempo me despertó un deseo sexual tan grande. Bien grande.

Sí, desde el beso inesperado que me diste en esa fiesta empecé a imaginarme haciéndolo contigo como sea, dónde sea, a la hora que sea necesario para apagar la calentura. Ese día me fui sin avisarte porque intuí que si seguía alrededor de ti iba a desbandarme. Sí, el sexo contigo ha sido extraordinario.

No puedo decir que eres tú enteramente, que seas un seductor que me ha ido haciendo caer en su red, no. Tu nunca me induciste a nada, Yo he acudido a cada encuentro porque tengo algunos pensamientos tórridos que sabía tu podías comprender, sabía que ibas a decir que sí e incluso  mejorar la oferta. Todo este tiempo yo he estado abierta a todas tus propuestas y tu a las mías.

¿Y es que cómo no estarlo? Eres un amante que no cuestiona de dónde provienen mis ideas y eso me gusta. Eres eso, un amante... descomplicado, desvinculado, desatado. Eso me gustaba, explorar ese lado ha sido pura diversión.

A cada llamada tuya un impulso travieso ha pasado por mi cabeza; una idea y yo, una idea y tu, una idea y lo que sea... fantaseaba en si iban a ser las escaleras de servicio, si íbamos a dejar la cortina abierta mientras el chico del departamento de en frente abría la suya para hacer yoga a las 5 de la mañana. Tus manos, mis piernas, tu tan bien intencionada lengua en cada timbrada.

Voy a extrañarte, será duro decirte que no, tendré que luchar en contra de la calentura y la certeza del orgasmo avalado en efusivos encuentros. Tendré que olvidarme de que si yo decía quiero tu respondías dónde. De sólo pensarlo ya varias partes de mi te extrañan.

Ha pasado algún tiempo y siento que un ciclo ya se ha cumplido, siento un poco un poco de culpa al decirte que no luego de tantos meses de sexo satisfactorio y en muchos momentos dudo en si debo mantener mi desición; en si tal vez sería mejor llamarte apenada y esperarte desnuda para disculparme por mi mal comportamiento.

Pero luego me doy cuenta que tu y yo somos sólo eso, dos personas que se desnudan de prejuicios y tienen sexo para luego despedirse sin más ni más. Yo sé que lo único que quieres de nosotros es sexo y todo este tiempo he estado absolutamente de acuerdo; pero creo que he empezado a desear cosas que tu y yo no tenemos y como sabrás bien, mis deseos siempre son intensos.

Entonces, aunque me llames a tentarme con aquellas cosas que sabes me enloquecen, esta vez seré firme con mi desición:  Este acuerdo "ventajoso" ha terminado.

Un beso.

Adiós.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Así fue


 
Sí.
You know.
Don't pretend it was otherwise.
I think that's why I stoped missing you.
Si.
Tu sabes. 

jueves, 17 de mayo de 2012

Envíos

Siempre creo que no vas a contestarme. No sé si es miedo o reminiscencias de experiencias pasadas. Cada vez que hago click para enviar, lo hago con una emoción infantil que luego es apagada por la idea de que nunca más vas a contestarme.

En el lapso entre mi envío y tu respuesta, me la paso releyendo lo escrito, regañándome acerca de mis faltas ortográficas y mis “lost in traslation” cotidianos, preguntándome acerca de hacía dónde podría llevarnos la interacción de estos correos, acerca del tiempo que pasa inevitablemente, las cosas que olvidé decir y las que también quisiera decir cuando tenga oportunidad, cuando haya el momento adecuado. Siempre pienso en ¿Cuándo es adecuado? Y ¿Qué es adecuado?. 

Algunas veces no puedo más con mi impaciencia y  en esos momentos decido convencerme de que no vas a contestarme nunca más. Entonces considero conveniente borrar todos tus mensajes y fotos, para no pensar en ti y hacer como que no recuerdo de memoria las palabras que has escrito. ¡Ya fue todo! ¡Ya no quiero nada! Me digo a mi misma para convencerme de que soy muy digna, cool e interesante como para pensar en alguien que no me responde y que ciertamente voy a estar mejor así. Las cosas maravillosas que voy a tener sin tener este deseo. Ya fue, lo borré. Eso ya no existe.

Al otro día, abro mi correo a primera hora y veo tu nombre en mi bandeja de mensajes y me siento cojudaza, doy un click con apurada curiosidad y empiezo a leer: “Disculpa la demora en responder…”, entonces me arrepiento de mi majadería y trato de recuperar todo lo borrado, trato, pero siempre hay algo que se pierde en esos ataques (no sé si algo de mis temores o sólo información propiamente dicha)

No te imaginas las cosas que aprendo con cada una de tus respuestas, sobre ti, sobre mí… y también acerca de creer en las personas. Con cada respuesta alimento algo dentro de mí, creo que es la fe o no sé, la esperanza de que las cosas puedan ser diferentes a las experiencias ya vividas.

Es raro y es doloroso, porque a veces pienso que tal vez no debería compartir estas cosas contigo (o con nadie), porque tal vez esas cosas que se despiertan en ti al leerme las usarás luego para compartirlas con alguna otra mujer y yo quisiera que esas cosas despertadas sólo las comentaras conmigo.

Yo sé, es aprensivo, no creas que no lo pienso. Es que a veces deseo tener más de esos momentos en que uno le dice al otro cosas que no le dice a nadie más y tengo esta romántica idea de que quisiera que alguien conozca mis secretos (Es que no puedo con mis secretos) y yo también algunos ajenos.

Por ese mismo pensar es que paso a preguntarme ¿Qué gano yo diciéndote todas esas cosas? Y contestarme no ha sido fácil, cada que repito la pregunta, la respuesta aparece y  desaparece tan rápidamente como llegó; entonces reniego y me digo a mi misma que tal vez esa respuesta no existe realmente, que soy yo la que esta tratando de inventarse algo que haga menos difícil esta situación imaginaria.

Es que también yo me canso de mis discursos positivos, pues aunque esto del desapego y el dar por voluntad propia es algo bastante notable, hay algo que no puedo negar y es el hecho de que recibir también nos alimenta.

Recibir una respuesta, una caricia, un no, un no sé o lo que sea que llegue de vuelta siempre nos da un punto de referencia con respecto al otro, una mirada de qué es lo que el otro ve en eso que uno dice.

No tiene que ver con una cuestión de opinión con respecto a uno, si no con un tema de vínculo. Alimentar los vínculos es algo delicado,  me da miedo porque mi positivismo se va sintiendo vacío cuando las respuestas no llegan y pasar la vida sin un atisbo de esperanza en que las cosas pueden ser como uno quiere es bastante triste.

Para evitar esa misma tristeza también me he inventado montones de discursos en pro de la buena soltería y la cantidad de cosas que puedo hacer pues no tengo que coordinar nada con nadie, en lo bueno que es tener un espacio sólo para mi, en la gente que conozco mientras estoy sola, en las cosas de las que no tengo que cuidar. Pero ¿Sabes qué? Llega un momento que me doy cuenta que también uso todas esas razones para tratar de no tomar en cuenta el hecho de que si quiero estar acompañada.  Uno se va poniendo un poco cínico con el tiempo.

Hay algo que aprendo con cada respuesta y es tan simple como sacar las cosas que pienso fuera de mi, fuera de mi burbuja, fuera de mi idea de que nadie me entiende, me pone en un lugar en dónde puedo tener una interacción que me enriquezca. Me saca de los silencios agresivos (porque sí, hay silencios violentos también) y de mis posibles escenarios factibles (que debo admitir, a veces son un poco trágicos).

Hago un esfuerzo por no darle crédito a esas otras voces que me dicen que siempre va a ser lo mismo, esas que aún se alimentan de episodios pasados, que parecen salir a penar de cuando en cuando, me molestan en verdad. Quisiera convencerlos de que aquí en el presente ya no hay nada de qué nutrirse, pero los muy sapos tergiversan la soltería con soledad y por ahora no tengo una experiencia práctica para acreditar mi teoría.

Me doy cuenta que hay algo escindido en mi. Por un lado deseo poder conectarme con alguien y por otro lado creo que eso no va a suceder. Creo que pienso que no vas a contestarme porque quiero corroborar mi propia estadística pesimista, en la que hago un conteo y confirmación de que no puedo confiar en lo que la gente dice, si no únicamente en lo que Yo hago y por ende, estar sola siempre va a ser mejor.   No sé si mantengo esa idea para no ilusionarme o para seguir sorprendiéndome, tal vez con el tiempo confirme mi teoría del desdén o encuentre una (espero) con nuevas perspectivas. Y es que siempre siento que debo hacer todo sola y tengo la intuición (Y digo intuición porque en verdad no lo se) de que no es siempre así, que en verdad si hay situaciones en que dos personas hacen cosas juntas para estar juntos. Si esto último de verdad sucede, no se cómo pedirlo... creo que necesito ayuda con esto, se me hace dificil pensar que puedo pedirle a alguien que haga algo conmigo y esto de hacer las cosas sola es algo dificil incluso para el pensamiento.


En medio de ese pesimismo hay un lado de mí, chiquitito y gritón que me dice que no es cierto, que para encontrar la confianza yo también tengo que confiar, que uno no reconoce lo que no experimentado antes en sí mismo. Creo  que decido que mis acciones van a buscar crear en mi eso que yo espero encontrar.  

¿Parece contradictorio verdad?, pero es que trato de encontrar un camino en dónde el miedo no me domine. Es cierto que nunca se va, pero prefiero caminar temblando que quedarme en la sombra endureciéndome, alimentando registros que no se cambian si las personas no lo intentan. 

Así que contesto, contesto siempre. Y hasta ahora tu también.

Tal vez en algún momento, las respuestas se harán más lejanas, tal vez ya no las extrañaremos tanto, hasta que llegue un momento en que los saludos lleguen en las fechas de fiesta y más adelante, ni si quiera eso. O tal vez sea todo lo contrario, tal vez seamos esas personas que encuentras un hilo conductor a través del tiempo.

Por lo pronto, esto de las cartas es divertido.  

miércoles, 16 de mayo de 2012

Te quiero

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
... trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Mario Benedetti
 

 

jueves, 10 de mayo de 2012

Hace unos días en el FB

Hace un par de días en el FB veía mi inicio y todas las novedades de mis contactos, ya saben como es.... algunos días la gente cuelga cosas sólo para figurar y algunos otros días aparecen cosas realmente brillantes. Encontré el post de una amiga que decía:

"Ayer, mami, estoy muy triste, no siempre la vida es como uno cree, me han traicionado y quebrado mi confianza, mi alma y mi corazón ya no creo mas en la gente.... No hijita, los que traicionan son los que han cometido el error, nunca cometas tu el error de no creer en la gente, si dejas de creer en el ser humano pierdes la alineación de la vida. Creer en los demás es muy valioso, hay gente muy valiosa en este mundo.


Que tal mujer, la amo, siempre amando al mundo. Gracias mami por existir y se la mujer mas importante en mi vida. te amo."

Esa señora es realmente sabia.

Pensaba en lo dificil que es a veces creer en las personas, en cómo a veces hay voces que nos calman, que nos salvan. ¿Cómo dejar de creer en las personas si uno también lo es? A veces uno se olvida, siento que cuando eso sucede uno empieza a convertirse en una especie de cartón y con el tiempo uno se va olvidando incluso de cómo era creer en uno mismo.

"Pierdes la alineación con la vida"

Tal vez por eso es que últimamente creo más en que las palabras deben ser dichas en su momento, las palabras de amor, el mencionar que uno cree en el otro, que tienes miedo o uno ve las cosas de maneras diferentes. Es importante decir las cosas.


Esto de creer o no creer es una lucha constante, mi instinto primario es creer en todo lo que me dicen, TODO, yo creo en las personas y en lo que me dicen con inocencia, con imágenes de claridad que me invitan a buscar formas de hacer las cosas de la mejor manera posible. Creer en las personas y en sus posibilidades (con ellas o conmigo) me entusiasma, alimenta mis ganas de seguir adelante, de buscar opciones. Ese instinto es el que me hace seguir todos los días adelante.

Todos los días también esta la desconfianza y con qué decide uno quedarse de la experiencia propia (y a veces también la ajena), porque "no siempre la vida es como uno cree". Es duro eso, el instinto de autoprotección existe por algo, qué dificil es que el miedo no nos detenga, que nos nos prive de tener fe en que las cosas pueden ser diferentes. Qué dificil es sentirse traicionado y tener que salir de vuelta a la calle sin saber que puede pasar, uno tiene ganas de esconderse, de no volver a dar nada.

Cuando a uno le pasa algo malo habiendo hecho cosas buenas, la salpicadura del mal se escurre por todos lados, pareciera que no hay diferencia entre uno u otro. ¿Qué diferencia podría haber en el futuro? se pregunta uno pensando en el pasado. Qué dificil es ver que esa diferencia futura tiene que ver con  uno mismo en el presente.Qué dificl es creer.

Yo escogo pensar que van a decirme la verdad, tal vez en el camino me de cuenta que no es así o tal vez reciba una sorpresa, tal vez tenga una oportunidad que no esperaba. Tal vez.

Yo decido creer... yo quiero creer porque siento que el paso siguiente a dejar de creer en las personas es el de dejar de creer en mi misma. Si uno no cree en uno mismo la esperanza esta perdida, si no puedo creer en el otro entonces mis intentos de crear vínculos saludables fracazarán y las personas necesitamos unas de otras, necesitamos puertos de calma, motores que nos inspiren, espacios que nos curen y momentos para dar, para compartir.

Yo tengo tanto miedo a perderme.

Saben, en estos 30 años de creyente (en mi, en las personas), he descubierto que mi capacidad para sanar, aunque lenta, es óptima. Yo creo  siempre que voy a sanar y a veces lo creo tan intensamente que siento que debo compartir esa esperanza con otros. Tal vez es una de las razones por las que escogí ser terapeuta y tal vez también es una de las razones por las que de cuando en cuando, me siento a escribir estas cosas. Yo quisiera que las personas no andaran tan solas y ese es un deseo que viene de mi, de no sentirme sola, de entender lo que es eso. "Una pena entre dos es menos atroz preciosa" siempre dice mi hermano, yo creo que es cierto.

"...hay gente muy valiosa en este mundo." E incluso dentro de lo monóntono, hay cosas para rescatar y abrir la mirada.

Tratemos ¿Sí?. No dejemos de buscar. Creamos que todo es posible.


martes, 24 de abril de 2012

" Raro, muy raro es crear el amor a partir de sus consecuencias: eludir el instante del conocimiento mutuo, o aquel otro de la charla intrascendente; obviar la inevitable primera cita o la lentitud en el descubrimiento de los gustos ajenos.
Qué extraño pasar casi directamente al momento que nunca se olvida precisamente porque es el único: aislar lo que de verdad merece la pena del amor y experimentarlo así, en su propia soledad sin un antes ni un después."
 
Extracto de "Silencio de blanca" de Jose Carlos Somoza.

Hay algo en el goze de lo cotidiano que a mi me parece hasta erótico, no sé muy bien decir qué es, pero hay algo en el quehacer de los días que me causa dicha. No tiene que ver con el trabajo repetitivo o las responsabilidades inevitables de adultos dedicados, si no con el hecho de buscar las minúsculas diferencias dentro de lo cotidiano, la sonrisa repentina de la señora que siempre tiene el ceño fruncido, el día en que por fin te reconoce el señor de la tienda que visitas tres veces a la semana, la casa que cambió de color o la planta que da flor una vez por año, hay belleza esparcida como rocío en medio del gris de la monotonía.

Me han dicho que mi mirada es diferente y creo que va por ahí, por el tema de la mirada. De qué nos llenamos depende de nuestra mirada y eso que va reposando en nuestras almas es también lo que devolvemos.

Y vamos, seamos sinceros, los eventos extraordinarios son siempre extracotidianos, pensar que la belleza o la alegría esta sólo en momentos cumbre ¿No nos deja abandonados el resto de los días?

Yo no creo que la vida sea tan precaria, efímera tal vez, pero nunca árida. Yo creo en abrir la mirada hacia lo impensado, hacia los detallitos esparcidos, creo en crear pequeños momentos cotidianos que alimenten el amor como esparciendo semillas.

El amor no nace de la cúspide, si no del camino.

lunes, 23 de abril de 2012

La construcción del infinito

Untitled (Perfect Lovers), 1991
Felix Gonzalez-Torres



(Dos individualidades que se posicionan para pensarse sin fin, en su tiempo y a su tiempo, en algún sentido, el infinito es una construcción)
Yo.

miércoles, 11 de abril de 2012

La voz a ti debida

Versos 1449 a 1470

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras.


Pedro Salinas

martes, 3 de abril de 2012

Estos días

Es que tengo días en los que siento que esas cosas que son invalorables para mi, no lo son para nadie más, siento que tengo algo para ofrecer que nadie quiere y me siento sola, tal vez por eso siempre estoy lista para partir y seguir adelante. Este pensamiento siempre regresa a mi mente, over and over again.  Me las voy a arreglar, voy a cambiar, voy a estar bien, pero estoy cansada y no sé que es lo que uno hace o dice cuando quiere quedarse. No lo sé.

Tengo miedo a decir estas cosas en voz alta porque podría sonar demasiado dramático y si alguien me por ahí dice “Vamos, no es tan malo”, me voy a poner a llorar y que puedo hacer, yo soy así, siento las cosas muy intenso y me quedo calladita porque me han repetido muchas veces que debo “mesurarme”. ¿Cómo mesura uno la forma en que percibe el mundo? Mi sentir es frágil.

Quiero pensar que algún día, en algún lugar, voy a encontrar a alguien que entienda esto y que aun así, me ame y quiera quedarse conmigo.

Yo en verdad estoy muy cansada de ser la persona dispuesta a dejarlo todo, creo que he llegado a un momento en mi vida en que ya no estoy dispuesta  a hacerlo, o tal vez sea que sólo estoy molesta con el hecho de que me he encontrado con demasiadas personas que quieren que lo den todo por ellos pero no están dispuestos a dar nada por nadie, no se si reciprocidad sea mucho pedir.

Creo sinceramente que esto funciona en dos vías y aunque no se bien cómo, estoy sinceramente interesada en averiguarlo si alguien lo hace conmigo, si alguien me acompaña porque tengo mucho miedo. A veces siento que nadie me quiere lo suficiente como para querer quedarse conmigo. Estoy harta de sentir que nunca es suficiente. ¿Por qué no tendría que ser suficiente? No lo sé, sólo siento eso. Quisiera que alguien se quede lo suficiente para conocer mi alegría, mis risas, mis cosas tontas, mis cosas tiernas, mis cosas odiosas.

Y yo tampoco me quedo en ningún lugar porque nadie me lo ha pedido, no sé… de alguna forma yo siempre estoy a la expectativa de que eso suceda y a la vez, también estoy lista para irme. Dentro y fuera a la vez, me molesta eso de mi misma. Me doy cuenta que tengo esta sensación de ser la única que se enamora o la única que quiere realmente conocer al otro y al ver que nada se encamina simplemente me voy  y creo que lo único bueno de esos sucesos han sido las cosas que he aprendido. A veces me también me detengo a pensar en si esta sensación no tiene que ver con una parte bastante dolida de mi misma.

Ya no miro a esos episodios como algo bueno que pasó o como algo con que sentirme contenta los días que me siento bajoneada. No, ningún tiempo pasado fue mejor, mis días presentes son siempre mejores porque los vivo, porque tengo conmigo la idea de la posibilidad envuelta en mis manos, eso hay que aprovecharlo. Creo que de esos sucesos he aprendido lo que quiero y lo que no quiero para mi vida. Lo bueno lo llevo conmigo todos los días y lo que no lo fue tanto pues esta allí, en ese pasado que ya no me sucede. Las buenas cosas aprendidas ya no tienen la cara de una persona, los recuerdo es cierto, pero sé que esas cosas buenas sucedieron porque yo también estaba presente. Esta bueno darse algo de crédito.

Y me pregunto porque las personas esperan que uno sea el mismo para siempre si es que ellos mismos no pueden mantenerse de la misma forma, me pregunto que  hay de mal en el hecho de pensar que las personas aunque juntas, pueden seguir cambiando. Yo quisiera encontrar a alguien que entienda que  mi compromiso de estar al lado de alguien no se basa en el hecho de que sea el mismo para siempre, sino en que hay cosas que yo considero importantes para la vida, como el respeto o la integridad, ¿no es eso importante?

Odio esa dinámica de ir saliendo con uno y con otro como quien tantea el terreno. No la quiero, no la sigo, tal vez por eso ando sola, tal vez por eso me arriesgo tan poquito, tal vez a eso se refieren mis amigos cuando me dicen que debería levantarme a varios antes de pensar en engancharme con alguien, pero no me gusta, eso me hace sentir mal, físicamente mal, mi alma se siente dolida.

Y detesto sentir que escribo esto como una queja porque NO, ni soy una victima, ni soy una pobrecita, simplemente soy una persona a la que le están pasando cosas realmente geniales y quisiera poder compartirlas con alguien en un sentido más íntimo y comprometido con la vida. Estoy harta de teorizar en cosas que sólo se resuelven en la práctica

El camino de la vida es arduo y yo estoy un poco cansada…Y cuando me canso, me pongo pesada.

Necesito algo más que esporádicos y brevísimos encuentros significativos.  


miércoles, 28 de marzo de 2012

Thinking about you

Ojos curiosos, mirándote recordé que puedo soñar con esos deseos y deseo, deseo intensamente. Curioso deseo aquel que te muestra como quieres ser amado.

Y yo no sé, pero te recuedo y siento que debería cantarte con todos mis sentidos sólo porque tus ojos ven cosas que para mi son invisibles.

We'll meet. I hope soon.

martes, 27 de marzo de 2012

Alimento orgánico

(Chau, chau chatarrero)

Los enlatados me causan alergias.

Todo contigo fue como etiquetas en serie: la más esto, la más lo otro con refuerzo en tal. No lo sé, pero creo que me hacías sentir un poco procesada, enlatada… como si las personas viniéramos con etiqueta para que todos sepan en que medida pueden beneficiarse del consumo. Todos procesados.

Entonces, para estar dentro de tus parámetros, a este espárrago que no cuenta con el tamaño estándar había que cortarle un poco la colita… ya ves… para que calce mejor en el envase. Había que cambiar un poco sus colores y agregar algo de Amarillo #5 para que parezca más contenta, algo de Azul severo para que sea más seria. A ver si con ese verde que iba surgiendo uno se mimetizaba más con el entorno y con un poco de aceite, seguro me ponía más jugosa.

Regulándome un tantito seguramente no haría preguntas que causen indigestiones. Así tal vez me acercaría un poco más a tus estándares y todo sería más rápido, así haría las cosas al ritmo contemporáneo y tú dejarías de quejarte acerca de mi amor por las cosas simples.

La hipersensibilidad causada por esos estándares me estaba conduciendo paulatinamente a un shock anafiláctico. Los residuos de tus deseos de que todo llegue a ti tal y como lo requieres hicieron que yo cuestione si es que en verdad quería ponerme en conservante y ser lo que necesitas durante el mayor tiempo posible. Creo que todo terminó definiéndose mejor cuando decidí aceptar que ni soy rápida ni soy refrita.

Lo que yo tengo para ofrecer es lo orgánico de mi ser, lo cultivado en mi ha sido hecho con paciencia, pensando en que sea sostenible para mi y para el resto y sí, es desigual y a veces la timidez de mi tamaño esconde lo placentero de mi sabor.

Tal vez no pueda prometer satisfacción instantánea y a medida, pero cada cosa que viene de mi tiene un deseo de cuidado y protección. Las semillas germinadas en mi huerto se nutren de la frescura de un espacio que las ama tal y como son.

Es cierto, no quepo en tus anaqueles, no vengo con instrucciones y muy seguramente recibas más calorías de las que te has programado en tu dieta; pero que más da… uno escoge como alimenta su vida.

Felizmente, aún hay espacios y sustentos que algunos buscan y escogen porque se quieren y se esperan saludables. Felizmente, mi cuerpo entiende de salud.

jueves, 23 de febrero de 2012

El milagro

El milagro

Porque si llega, cuando llegue,
llegará como es:
fácil, claro, sencillo,
... sin grandes resplandores,
sin que la tierra tiemble,
sin que el cielo se nuble.
Será suave y fraterno
con su mano en tu hombro.

No habrá cambiado casi nada:
sólo tu corazón.

Raúl Gustavo Aguirre

lunes, 6 de febrero de 2012

Oye

Oye...

Y si te digo que te estoy pensando mucho ¿vendrías a verme?, si te digo que he pensado en uno de esos besos que no sabemos como llamar ¿Cuánto tardarías en llegar?

Es que me gusta cuando dices "No digas nada" cada que te miro estremecida y no me salen las palabras. Me gusta porque sabes.

Entonces yo sonrio más, sonrio, sonrio y te miro, te beso más. Me gusta eso que nace de mi falta de palabras.

No se que estas haciendo, pero ¿Tardarías mucho en llegar? Yo voy cerrando la cortina.

Anda, ven rápido.

jueves, 26 de enero de 2012

Quiero creer que estoy volviendo

De Mario Benedetti




Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo

con mi peor y mi mejor historia

conozco este camino de memoria

pero igual me sorprendo



hay tanto siempre que no llega nunca

tanta osadía tanta paz dispersa

tanta luz que era sombra y viceversa

y tanta vida trunca


vuelvo y pido perdón por la tardanza

se debe a que hice muchos borradores

me quedan dos o tres viejos rencores

y sólo una confianza



reparto mi experiencia a domicilio

y cada abrazo es una recompensa

pero me queda / y no siento vergüenza /

nostalgia del exilio



en qué momento consiguió la gente

abrir de nuevo lo que no se olvida

la madriguera linda que es la vida

culpable o inocente



vuelvo y se distribuyen mi jornada

las manos que recobro y las que dejo

vuelvo a tener un rostro en el espejo

y encuentro mi mirada



propios y ajenos vienen en mi ayuda

preguntan las preguntas que uno sueña

cruzo silbando por el santo y seña

y el puente de la duda



me fui menos mortal de lo que vengo

ustedes estuvieron / yo no estuve

por eso en este cielo hay una nube

y es todo lo que tengo



tira y afloja entre lo que se añora

y el fuego propio y la ceniza ajena

y el entusiasmo pobre y la condena

que no nos sirve ahora



vuelvo de buen talante y buena gana

se fueron las arrugas de mi ceño

por fin puedo creer en lo que sueño

estoy en mi ventana



nosotros mantuvimos nuestras voces

ustedes van curando sus heridas

empiezo a comprender las bienvenidas

mejor que los adioses



vuelvo con la esperanza abrumadora

y los fantasmas que llevé conmigo

y el arrabal de todos y el amigo

que estaba y no está ahora



todos estamos rotos pero enteros

diezmados por perdones y resabios

un poco más gastados y más sabios

más viejos y sinceros



vuelvo sin duelo y ha llovido tanto

en mi ausencia en mis calles en mi mundo

que me pierdo en los nombres y confundo

la lluvia con el llanto



vuelvo / quiero creer que estoy volviendo

con mi peor y mi mejor historia

conozco este camino de memoria

pero igual me sorprendo.

miércoles, 18 de enero de 2012

Allá

La memoria procesada por mis células viaja por vías vertiginosas. Cae... Cae... y gira veloz hacía sueños de pasajes oscuros, dilatados... a veces definidos, a veces... a veces.

Siempre. Sin sentido con tanto sentir sentido.

Y ahí te miro, te miro y no me toco. No, yo no estoy pero te miro. Te miro. Te miro porque estas en esa memoria que ya no viaja en las resbaladeras de mi fantasía, te miro en visitas de sentir omiso. Te visito, siempre te visito, pero sin mi.

Yo estoy donde se siente, dónde se toca, dónde cada pequeña sección late con la memoria que bombea los sueños.

Tú estas allá... lejos. Dónde no se siente.