viernes, 23 de julio de 2010

Poquita fe



Mi papi le cantaba esta canción a mi mamá cuando yo era chiquita, lo recuerdo clarísimo un cumpleaños de mi papi en la casa, él con su camisa blanca y ella con una chompa roja... mi mamá lo miraba con ojos de cordero y bailaba, mi papi le cantaba.

Un día, ya despues de que se separaron mi mamá puso música y de casualidad en la radio sonó esa canción, mi mamá pensó que nadie la veía, pero yo siempre ando mirando a todos como fantasma y la vi llorar con TANTÍSIMA PENA, la veía y sentía que sus lágrimas salían de un lugar que yo no conocía.

El recuerdo de las dos imágenes me hizo pensar en la disonancia que debía sentir dentro de si, tanto amor, tanto olvido, tanto cuidado y tanta desidia...  me imagino que era como inevitable sentir tristeza por infinidades de motivos.

Una vez alguien que amé me dijo que las personas sólo viven engañándose, pasó un auto con una pareja de chicos y me dijo:

- Mira... a este pata yo lo conosco... se acaba de casar y esa, no es su esposa.... todo mundo vive mintiendose.

Yo quería decirle que no tenía porque ser siempre así, pero sentí que tal vez era mejor no decir nada porque eso debería ser algo que el debería saber reconocer por él mismo, yo lo sabía... ¡y como lo había aprendido!, yo estoy segura que la fe puede perderse, pero de alguna forma también se que hay que creer que las cosas serán diferentes para hacerlas posible... me sentí a la inversa de alguna vez en que él mismo me besaba en la frente y me decía que todo iba a salir bien mientras acariciaba mi cabello.

Yo le creí, que bueno que lo hice en su momento. Es curioso como uno puede aferrarse a una idea para poder salir adelante. Es curioso como sin querer una persona puede ser la ruta de desvío al cambio de otra.

En mi mente recordé esa canción en ese momento de poca fe,  pero también recordé a mi mamá llorar desconsolada, en una de las situaciones que se llevaron poco a poco la poca fe que pudo tener alguna vez. Me dió pena verlo, recordar a mi mamá y darme cuenta que a veces es uno mismo el que se encarga de ponerse en situaciones que te llevan a la misma triste respuesta, a pesar de uno mismo, a pesar de tener todo en las manos para que eso sea diferente. A veces es uno mismo en que decide guiarse hacia la falta de fe para poder decir "si, estaba en lo cierto".
Y pienso que en verdad a veces la fe es poquita, pero ese poquito puede se el impulso para que las cosas sean diferentes, seguir ese viso que parece una locura puede ser la diferencia. Lo importante es tratar, lo importante es creer... puede parecer una locura... pero como dice el nick de mi buen amigo Yo no aprendo: "Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes"

En el caso de mi mamá yo creo que ella decidió dejar de creer y sólo empezar a verse a mi misma, sin conciencia del otro, a veces creo que tambien se convirtió en esas personas que se quitan la fe. Pienso en eso y espero no ponerme yo también en situaciones que me hagan perder la fe, que me hagan perder mi conciencia del otro, que hagan que mi yo se vaya perdiendo en algún lugar inhóspito.

Yo creo que funciona en ambas vías, creo que cuando uno por fin encuentra a alguien que le alimeta el alma tiene que pensar que el otro también esta poniendo su fe al igual que uno mismo, pero claro... yo pienso en una situación en la que dos personas estan dispuestas a darse.

Eso pasa en situaciones realmente especiales, ojalá pudieramos reconocerlas más a menudo.

A los que les pasa, no lo pierdan, no lo pierdan... no se pierdan.

1 comentario:

Cesar Guzmán dijo...

Exclente mensaje. A veces esa poquita fe te puede llevar a grandes cosas. Saludos!