Quiero llegar a mi casa y que alguien me calme al final del día.
Quiero un buen hombre que sin hablar me lea y sepa, que cocine algo que me guste y lo acompañe con helado; para despues hacerme cariño en la cabeza hasta que me duerma. Yo cerraré los ojos y estaré en ese limbo que hay cuando tu cuerpo se relaja pero tu mente sigue disfrutando de lo que pasa por tu cuerpo.
Y ahi quiero que me cargue y me desvista, que me acueste a dormir como si fuera una niña, que me de un beso, me abrace y me cuente algo con lo que pueda imaginar que viajo en el espacio tiempo sólo con él.
Quiero alguien que me haga sentir que hay un lugar que sólo existe por los dos, al que nadie sabe entrar ni llegar más que nosotros, un lugar al que se pueda entrar sólo a través de nuestras manos, donde los únicos recuerdos son aquellos en que estamos ambos.
Quiero alguien que me haga recordar como suena mi risa, que este contento con mis abrazos, que no piense que se pierde de lo que pasa en el mundo mientras esta a mi lado.
Quiero alguien que me ame bien, que sea cuidadoso, que pueda encontrar la magía en burbujas sopladas por su propio aire, que su aire sea el que se posa en mi boca.
Quieero alguien que me devuelva la inocencia.
Quiero alguien que me vea y piense que por fin me ha encontrado.
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