viernes, 13 de noviembre de 2009

Ya no quiero

El pensamiento regresa a mi una y otra vez y sigo sientiendo lo mismo: Ya no quiero.

Ambos pensamientos me causan pena, no se que es peor: saber que pienso en él sin sentido alguno o saber que ya no quiero pensar en él porque ya no tiene sentido alguno; las dos cosas estan a la par en este momento.

He estado escribiendo muchas cosas relacionadas al pasado por un tema de necesidad de registro, pero cada que que hago un registro pienso cosas como "Fue bueno, pero ya no existe" o "Yo lo amaba por mi experiencia cotidiana de aquellos días, pero en mi experiencia actual o reciente no tengo nada".

Es un conflicto entre la sensación y la experiencia, todos los días.

Y todos los días pienso que ya no quiero tener esa disyuntiva, pienso que lo que siento es real como "sensación" pero irreal como "tangible".

Siento que mis sentimientos respecto a este tema estan totalmente encontrados, a veces pienso tambien que debe ser lo que pasa cuando algo se termina por desición y no por sentimiento. Siento que mis sentimientos no han sido tomados en cuenta, incluso por mi; siento que yo misma no me he tratado bien, siento que él no quería ni tomarse la molestia.

Creo que saber que piensa o pensó en mi es un sólo bueno para mi ego, pero la forma en la que yo he decidido vivir mi vida, eso no tiene mayor importancia; porque finalmente la sensación de "Grandeza" se termina cuando te das cuenta de que no hay nada que la sostenga.

Todos los días pienso en él, tal vez ahora en menos medida y eso es un alivio, ahora ya no pienso en cuánto lo extraño y en cuanto espero que este bien, si no en cómo se olvidó de todas esas cosas que para mi eran invalorables y en como espero que le vaya bien sin ellas.  Es allí que me doy cuenta de mis propias palabras: "Para mi", lo que es invalorable para mi no tiene que serlo para el resto.

Yo escojo la forma en que quiero vivir mi vida y por eso mismo escogí ya no verlo, así no este segura, así sienta que es todo lo contrario, así piense que pudo haber habido una posibilidad; aunque me duela creo que ya era tiempo de decir hasta aquí llegó mi paciencia simplemente porque no tengo con que mantenerla y aunque suene en contra a mi forma de pensar, ya no tengo fe.

Por eso es tan contradictoria esta sensación: ya no tengo fe en esto y aún así creo que todo es posible en el mundo; me da pena pero creo que mi desición debía ser tomada; pienso que sienta lo que sienta eso ya no tiene sentido, porque aunque aunque piense que lo que siento tiene un por qué me he dado cuenta de que las razones no siempre van acompañadas de acciones y sin ellas es como si las razones no existieran; pienso que fue bueno pero fue.  Siento que es claro lo que se me ha mostrado, siento calma a pesar de todo.

Ya no quiero, pero el mismo pensamiento regresa una y otra vez... dejo entrar el pensamiento y con las mismas lo dejo pasar, porque tengo la esperanza de que esto va a pasar.

Ya no quiero seguir pensando en lo mismo, ya no.

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