viernes, 27 de noviembre de 2009

En un bar

Ayer salí con Carla mi No-Roomate a una despedida de un fulano amigo de ella, una reu en donde ella no conocía a nadie más que al despedido y obvio no quería ir sola.

Yo casi salgo días de semana, no es que me guste mucho... simplemente porque la falta de sueño hace que al otro día me sienta tan wasted que odio al mundo por respirar y emitir sonidos alrededor de mi.

Sin embargo, ayer fueron como divertidas las 2 horas que estuve en este bar, llegamos las dos solas, nos paramos en la barra y pedimos algo de tomar cada una. La música estaba bien y no había demasiada gente, todo bien.

Lo curioso de esta situación es que me pensaba en el bar y me daba risa, Carla y yo en la barra hablando, yo estaba como contenta y muerta de la risa hablando de cosas sin punto alguno, de verdad me parece mostro el concepto de ir a un bar, tomar algo y no tener la intención de conocer a nadie, solo conversar.

Claro, las miradas no dejaban de caernos, no se si sea Lima o el mundo, pero al parecer ver a dos mujeres en la barra conversando en un bar es sinónimo de "busco date, levantame right now". Los hombrecitos pasaban y miraban, hacian señas entre ellos como si no nos fueramos a dar cuenta, miraban y miraban, se tomaban una chela más.

- ¿Será que realmente los hombres sólo piensan en sexo todo el día? - Me dijo Carla.
- Supongo que es una característica de género... el hacerlo tan explícito me refiero. Éso me parece paja... pero tambien creo que las mujeres lo piensan todo el tiempo solo que lo asumen de una manera distinta, por lo menos para mi es así.

Me gusta que los hombres piensen en sexo siempre, pero de hecho me gusta que sólo piensen en tenerlo conmigo, para eso mi egoísmo es máximo, no me gusta compartir ese aspecto con entes varios.

Me sorprendió descubrirme un jueves a la noche en un bar, porque en los últimos tiempos los lugares tan "sociales" me han repelido un poco, sobre todo si es alrededor de gente que casi no conosco. 

Creo que durante mucho tiempo he sentido como si no quisiera gustarle a nadie en serio, simplemente porque no quería lidiar con enfrentar la situación, porque no tenía ganas de "relacionarme", pero aparentemente cuando abro la boca empiezan a aparecer weones que se mueren por relacionarse conmigo... y yo creo que no he hecho nada para que se me acerquen pero igual llegan.

Pienso en lo que alguna vez me dijo Augusto: "Tu no tienes cara de fácil, todo lo contrario, sin embargo tienes cara de que si te liga, te la vas a comer todita". Maldito obseno, me da risa cuando me acuerdo de eso porque no se si me molesta o qué.

Y a mi me entran ganas de aprovecharme de eso, de saberme bonita y engatuzar hombres sólo porque puedo, de calentarlos hasta que no se aguanten las ganas de pedirme que me vaya con ellos, hasta ver que las ganas se le derraman por los ojos y aún así seguir haciéndola larga para hacer que sientan ansiedad, para que sientan impotencia de ver que sus mejores recursos no les estan funcionando, sólo por joder... porque en realidad yo no quiero nada en especial, sólo quiero molestar por el simple hecho de hacerlo, porque puedo, porque la belleza es malévola a veces, porque leer lo que me dicen sus cuerpos me dice que es lo que yo tengo que hacer para seguir subiendoles la temperatura.

Luego de esos breves segundo en que pienso eso me doy cuenta de que no quiero hacerlo, porque probablemente mi ego termine bien hinchado, pero en el fondo siento que la belleza es un poco inutil, muy efímera, muy vacía.

Ser bonita probalemente sea un plus en la vida, saberte bonita otro plus más, pero debo reconocer que me molesta un poco el sólo usar el aspecto como arma.

En el bar conversando con Carla me doy cuenta que podría levantarme a unos 4, tal vez 6, eso a una la hace sentir poderosa, pero para mi el poder debe ser utilizado en el momento indicado.

Viene el barman a decirnos que los tios de por no se que lado nos invitan un trago... los miramos, nos reímos y le decimos que no gracias; el los va a pagar insiste... no gracias, ya tomamos lo que queríamos.

A Carla la llamó Titi y yo me fui porque  no me gusta eso de estar de violín... "Quédate!, Yo te consigo un hombre" me decía Titi.... No te preocupes que yo también puedo conseguirmelos.

Pasé entre un grupo de Irlandeses que le mentaban la madre a Titi (que es fránces... partido Irlanda - Francia... comprenderán sus dilemas futbolísticos), me gustan esas cosas de los hombres, no las entiendo pero me gustan. Pase al lado de este Irlandés que estaba más bueno que el pan, que me miró todo lo mirable y facil no me lamio porque pasé muy rapido. Lo repito, me gustan esas webadas de los hombres.

Me fui contenta a mi casa, sola y contenta porque me he dado cuenta que eso de no relacionarme se me esta pasando.

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