jueves, 4 de junio de 2009

X

A veces creo que vivo de recuerdos, recuerdos que han hecho que aprenda como es que quiero hacer las cosas, pero que no son más que carteles que llevo a todas partes.



Me siento en la vía pública con mis recuerdos y mi aprendisaje, que no sirve para nada si no puedo compartirlo. Tal vez ya no se cómo compartir.



Los miro, los miro a todos y entiendo al señor que vende caramelos y nadie quiere verle la cara para no sentirse comprometido a comprar o decir que no, simplemente hacer como si no existiese.



Y me pregunto si de verdad esto que tengo existe porque no encuentro a nadie que entienda mi mensaje. Hace tanto que nadie entiende mis mensajes, tal vez he empezado a hablar un lenguaje distinto.



Lo único que se es que tengo un cajón de cosas para regalar, pero parece que ya son muy viejas, nadie las quiere, tal vez ya no son bonitas. ¿Que puedo hacer si yo las amo? Yo se que son buenas, yo se que podrían ayudar a alguien, tal vez ya no son tan bonitas, tal vez son muy antiguas.



Tal vez sólo debería renunciar.

No hay comentarios.: