miércoles, 17 de junio de 2009

Una salvedad a todo mi delirio

Hoy estuve releyendo muchas de las cosas que he escrito en el tiempo, y me dí cuenta de que muchas de ellas son producto de una sola emoción que me agobia en el momento y tengo que sacarla de mi sistema. Sobre todo, cuando hablo de la única persona que me carcome el cerebro año tras año.

La gran mayoría son desarrollo de esos pensamientos paranoico - neuróticos que tenemos las mujeres demasiadas veces en el día, esos que se exacerban una vez al mes o que vienen con más fuerza cuando me doy cuenta de que las opciones son demasiadas y no dependen de mi, esos de lo que me burlo con desparpajo con mis amigos y hago mínimos cuando se me pasa la oleada de locura.


Yo se que es algo temporal... estoy segura que pocos lo saben. La única forma de saberlo es que alguien se siente a hablar conmigo un rato, pero bueno... las comunicaciones que no son persona -persona suelen ser así de ambiguas.


Empiezo así porque me he dado cuenta de que en ninguna parte he puesto lo que realmente pienso, sobre todo acerca de ese tema hiper recurrente. Sólo me quejo y cuento cosas que ya pasaron, he dicho muy poco (si es que no es nada) acerca del presente.


Mi tema con este señor no es todo dolor como he posteado ya tantas veces, por el contrario ha tenido y tiene matices tan buenos que hacen que yo todavía tenga esperanza en que algún día las cosas pueden "SER" entre él y yo. Es una sensación que no se me ha ido del cuerpo, no se si algún día se vaya, si se que cada día tengo menos voluntad, supongo que lo que debo hacer lo sabré a su debido tiempo. Tampoco tengo apuro, creo para su suerte (o tal vez para la mala mía) todavía me encuentro en un punto en la vida en que esto no interfiere con mis planes y yo puedo darme el lujo de ver que es lo que sucede (o no).

Me leo sin pensar en que fui yo la que tipeó esas palabras y me encuentro masoquista, me molesto, me doy pena, me identifico conmigo, espero que todo se acabe para esa persona que escribe como sigue dando vueltas sin parar. Me he dado cuenta de que mi yo escrito muchas veces es una quejosa caprichuda que no ve más allá de lo que quiere tener y de la molestia que siente.


Yo nunca he sido una persona que se pegue con muchas cosas, la gran mayoría de veces las personas creen que soy una webera que no le importa nada en la vida, mi hermano me dijo eso una vez: "Parece que a ti nada te importa", me dolió que me diga eso, porque no es verdad, es sólo que creo que es mejor escoger bien las cosas a las que quieres dedicarte con ahínco. No voy a preocuparme por lo que le pasó al vecino, al amigo que conocí una sola vez en casa de fulano o cosas por el estilo, porque considero que no me hacen crecer como persona.


Sin embargo, soy demasiado pegada a las cosas que si me mueven el corazón, demasiado paciente, demasiado buena, demasiado esperanzada, demasiado entendedora, demasiado de todo y demasiado cojuda también. Pero mi paciencia no es eterna y la verdad no soy tan buena todo el tiempo.


Un ejemplo de eso es mi carrera, desde un inicio fue algo dificil de alcanzar que pero que me hace feliz hasta los tuétanos. Creo que mi fin último nunca fue actuar, aunque todo mundo lo piense y haya pensado así, yo quería enseñar, sólo que no tenía muy claro el método, claro, profe de cole no quería ser, pero bueno... par ser maestra de lo que sea tienes que estudiar primero ¿no?

Y así empezó mi busqueda de estructura... primero que no ingresé a la primera a la universidad, mi familia decía que era una porquería lo que iba a estudiar, que me iba a morir de hambre, que mejor postulara a otra universidad (que no tenía lo que quería estudiar) que fuera más fácil (las dudas acerca de mi capacidad han sido constantes), cuando ingresé que seguro estaba engañando a todos y que seguramente era una vaga, cuando constataron que no era una vaga se calamaron un poco, cuando vieron que de hecho trabajaba usando las herramientas que había obtenido, se quedaron callados.



En el camino he descubierto que soy buena para un millón de cosas más y muchas personas (incluso algunas que quiero en demasía) me han preguntado ¿porque no estudias una de esas carreras cortas de administración o de hoteleria y te arreglas la vida trabajando en eso? y mi respuesta serena (a pesar de querer ser rabiosa) siempre es la misma: Porque esto es algo que hago bien, pero no me llena el corazón, yo quiero hacer algo que me permita enseñar las cosas como me las enseñaron a mi, con arte, con amor.


Y si de amor hablamos, la situación es igual o mucho más drástica.
Hace poco una amiga me dijo que se había dado cuenta que yo me había convertido en una mujer que no tenía miedo a sentir, que cuando ella me conoció yo caminaba con miedo a ser herida por cualquier flanco y por eso prefería no amar a nadie, "Estoy contenta por ti, has madurado Grinch" jaja... me puso feliz que me diga eso y no precisamente por haber madurado, si no porque si, yo era conciente de eso y me hacía muy triste.
Yo no quería amar por completo a nadie porque en mi primer intento me rompieron el corazón mal; lloré tanto durante tantos días que cuando por fin estuve exhausta de hacerlo me dije: OK, esto se acabó, ni una lágrima más por ese imbécil, ya no quiero amar a nadie, que se quiera el resto, yo ya no quiero querer a nadie. Y así me pasé como 6 años.
Seis años en que estuve y salí con varios y no quise bien a ninguno. Me sentí tan infeliz como si yo misma me hubiese deseado mal.
Un día por fin me conecté con alguien, sin embargo, a pesar de lo bien que lo pasabamos juntos y las ganas que yo tenía de quererlo (por fin), no estabamos en la misma sintonía. El quería salir con muchas y yo sólo quería salir con él. La incertidumbre se apoderaba de nuevo de mi cuerpo y yo no sabía que hacer, él no tenía reparo en decirle a todos que salía con todas y yo no soy siempre un dulce. No hice escándalos, no derramé ni una lágrima, sólo me aseguré de que le quedara claro que ahí la que perdía no era yo. Han pasado los años y somos amigos, el se disculpó conmigo y aunque se que sus disculpas son sinceras, no me da nadita de pena, creo que tuvo (y tiene) exactamente lo que sembró. No voy a contar lo que hice porque eso merecería otro post, pero me divertí mucho dándole donde más le dolía. Y de ahí de nuevo... que se quiera el resto.

Luego me junté con un chico de tan buen corazón que hasta el día de hoy me siento mal de no haberle querido como se debía; no iba a funcionar nunca, pero el no se merecía tanta desidia de mi parte. De verdad hice el intento, me mantuve con él pues sabía que era una persona incapaz de hacerme daño y pensé que tal vez eso era lo único que necesitaba. Estaba tan equivocada.
Los dos buscabamos cosas distintas, todo se terminó y fue en buenos términos, tiempo después hemos hablado de eso y estoy contenta de poder tenerlo como amigo aún, pero estoy más agradecida porque siempre ha sido una persona que dice lo que tiene que decir y que no se esconde. Creo que en su momento no supe valorar lo caballeroso de su proceder, luego la vida misma me haría entender.
Yo ya estaba harta de mi propio proceder, me había autoimpuesto no querer, no preocuparme más de lo necesario, no sentir más que lo que me provoque; según yo, por mi propia seguridad, por mi propia sanidad mental, porque mi yo egoista no quería tener que dar nada y esconderse. Era mejor no aparecer, no llamar, no mostrar mucho interés, pues si lo hacía probablemente tendría que hacerme emocionalmente responsable de alguien o alguna circunstancia que me obligaría a tomar desiciones, según yo eso me iba a dar "Estabilidad"; por propia voluntad me estaba negando la oportunidad de ser, vivir y sentir como alguien que tiene algo para dar.

Hasta él.
Por fin me conecté con alguien y de una forma que yo no conocía, claro... no me había preocupado por conocer, sólo que esta vez tenía la sensación de que este señor era el amor de mi vida (¿Cuán circunstancial puede ser eso?). Creo que nunca habíamos tenido la oportunidad de estar así de cerca y yo tambien me hice la loca muchas veces.
Todo pasó, yo fui muy feliz a su lado, lo quise como todavía no he vuelto a querer a nadie y el me tomó de la mano cada vez que yo me sentí desvanecer. Sería muy largo escribir aquí todo lo que fue, ya para eso estoy escribiendo aquellos tiempos en capítulos... jaja... (o trato cada que me acuerdo) Y si hubo algo que yo no aprendí con él fue a decir las cosas como las sentía y las pensaba en su momento, así hayan sido difusas o hasta incongruentes, creo que si nos hubiesemos dado el tiempo de ponerlas sobre la mesa, las cosas habrían sido más claras y menos dolorosas, me atrevería a decir que incluso distintas.
Tal vez si me hubiese permitido abrir el corazón más veces habría obtenido más herramientas para manejar lo que me pasó en el momento.
Yo me quedé con muchas cosas que decirle, que me carcomían el corazón, el cuerpo, la mente, el alma... toda yo. No sólo eso, si no que además descubrí que sentía cosas que no tenían ningún sentido aparente pero que no podía sacarlas de mi cabeza y me hacían daño y bueno... así abri este blog. Para leerme, descubirme y entender lo que me había pasado. Para ver si mi voz se manifestaba por algún lado.
Y claro, todo tenía que ver con él, porque siento que de algua forma el fue la parte feliz de mi periodo de transición hacía lo que quería hacer en la vida, algo así como un enlace entre lo que había sido antes de estar triste, lo que fui en esos días, lo que iba a ser despues.
Probablemente todavía sigo pensando en él porque fue con quien yo por fin decidí abrir mi corazón y aprender a amar. En ese momento fui muy correspondida (o por lo menos sentí serlo... ¿CreO?), pero me queda claro que este tema no es sólo un tema del momento y cercanía, si no de aprender a mantenerlo en el tiempo y circunstancias.

Es curioso ver que las cosas que aprendí y recordé con él, él ya no las hace ni las recuerda; tal vez yo he querido darle un papel que no era el que cumplió, tal vez él sólo me acompañó en mi descubrimiento. Tal vez las circunstancias que él vivió despues de mi han hecho que esas buenas cosas se hagan pequeñas. De cualquier forma, me hubiese gustado hacer lo mismo por él. Entiendo que esa tampoco es mi desición.

Tampoco creo que mi sentimiento por él sea toda dulzura y ganas de compartir, tiene tambien su lado egoísta, estar cerca de él es como si existieran pastillas para encontrar la vía zen, me calma de una forma inimaginable, como si mi vibración con la suya se hicieran armoniosas. Eso, entre otras cosas.

También se que hay cosas de él que me molestan en demasía, circunstancias que ahora las pienso y se que no podría quedarme callada, pero bueno... en esos momentos yo estaba como si me hubiesen pateado la cabeza repetidamente y puse mucho más énfasis a lo bueno.

Creo que a él tambien le esta tocando pasar por un periodo de transición en el que no sabes como manejar las cosas y lo entiendo (Y a la vez quisiera hacer caso omiso de eso). Yo tambien he tenido esa sensción de no tener nada para dar y que tampoco querer hacer el intento. Siento que no estoy en posición de juzgarlo. Pero he aprendido y me hubiese gustado compartir lo que encontré con él.

Todo lo que yo he hecho, el me lo ha hecho a mi... karma le dicen... no me siento ofendida para nada, sería hipocresía juzgar algo que yo misma he hecho, pero ahora que lo he reconocido no me molesta, simplemente lo asumo y trabajo para que no vuelva a suceder.

Ahora entiendo las cosas de una forma distinta, se que cerrar la puerta no es la solución (Aunque quierooo!!! quiero hacerlo!!! y que no entre nadie nadie... me escondo, chau, me fui. ), porque de una u otra forma la vida se va a encargar de que aprenda lo que me he negado a ver en su momento y eso es un poco como tener una herida llena de pus, mientrás más esperas para enseñársela al doctor y curarla, más doloroso será el tratamiento, más larga será la recuperación... y a veces, ya es demasiado tarde para encontrar la cura.

La gente que me quería tuvo muchas opiniones, mi cambio fue evidente porque corporalmente tambien cambié y los que más se dieron cuenta fueron las personas que estuvieron cerca de mi y querían que este bien. "Sal más, busca a alguien, busca a alguien menos complicado... si te habra querido como tu crees, si te hubiese querido por lo menos haría el intento de comunicarse contigo (las dudas han sido constantes), anda te presento a alguien (los ofrecimientos tambien han sido muchos), tus estándares son muy altos, asi nunca vas a conseguir a nadie, no puedes pasarte la vida esperando".

Yo no estaba tratando de conseguir, reemplazar o introducir a nadie en mi camino, tampoco pensaba que estaba esperando a alguién (por lo menos no era mi plan). Yo sólo estaba tratando de resolver y procesar la cantidad de cosas que tenía para poder seguir con mi vida. Sólo yo supe que era verdad y que era lo que necesitaba. Sinceramente creo que hice un buen trabajo en mi.

Ahora sólo vivo y trato de que la forma en que lo haga sea la más abierta posible, cuidadosa conmigo y con mis palabras para los demás, se que mi posición en la vida es la de aprender y tratar de enseñar, no se cómo, pero uno nunca sabe como la propia vida puede cambiar la de otra persona.

No puedo evitar tener destellos y explosiones erráticas en momentos en que la información es demasiada y las emociones y primeros pensamientos son tan grandes que necesito ponerlos fuera de mi. Como dije al comienzo, estoy segura que nadie sabe que la gran mayoría son emociones poco duraderas y que poco tienen que ver con lo que voy a escoger hacer en realidad. Pero aparecen, las siento y aunque no las quiero, tengo que hacer algo con ellas. Que puedo hacer... soy mujer, la histeria esta en mi código genético.

Ahora las escribo, esta es mi herramienta.

Yo se que es lo que quiero y necesito, es bueno saber que puedo dar los pasos que sean necesarios. No sé si las cosas seran o no con él, se que quisiera que fuera parte de mi vida y tambien se que la opción de pareja es una cuestión ahora un poco lejana, ambigua e incierta, así que bueno, soy conciente de mis opciones.

Y no, no soy tan paciente. Geralmente y si me provocan, soy una lacra... incluso con chispazos de insanity.

Mi vida necesita estructura y eso es algo que no he aprendido a hacer de las personas con las que he crecido, asi que no me queda otra que ir lentito. Pero esta vez, no me corro ni me escondo; he aprendido a respetar más a las personas con esas cualidades.

Siento que es parecido en el amor por mi carrera y el amor por una persona, Yo no hago nada para probarle nada a nadie, sólo hago lo que quiero y he continuado sola y casi a ciegas tan sólo porque yo sé en mi corazón que esto es lo que quiero hacer en la vida, yo se que para esto sirvo, yo se que puedo construir algo bueno; tal vez todavía no sepa exactamente como voy a hacerlo, pero sé que lo haré.

Yo no necesito pruebas previas de que esto va a funcionar, yo sólo lo se; y aunque a veces desespero y siento que toma una eternidad, lo que voy encontrando en el camino me llena el corazón. Vale la pena, claro que vale la pena.

Yo no sé que va a pasar, pero estoy segura de que todo estará super bien.

No hay comentarios.: