lunes, 23 de mayo de 2011

La puerta del invierno

Cuando llegué yo sabía que estaba dentro de mi cuarto, subí las escaleras mientras saludaba a las personas que pasaban. Encontré la puerta abierta y caminé por el pasadiso, vi al fondo la puerta del baño también abierta e iluminada, supuse que estaba dentro.

Todo era un poco extraño, esas eran mis cosas si, pero el espacio había cambiado, me parecía todo diferente, como si no fuera el lugar donde usualmente duermo. El closet estaba abierto, "Hay más ropa de la yo pensaba" me dije mientras caminaba como gato cauteloso en ese espacio que sentía un poco ajeno.

La ropa estaba guardada y la cama tendida, el mueble donde tiro mis cosas estaba despejado y hasta parecía haber crecido en tamaño, como si en mi memoria hubiese sido sólo para uno y a mi regreso hubiese sido para dos.

Seguí entrando y vi una escoba frente a la cama, la ropa limpia estaba sobre un planchador lista para ser alisada, me quedé mirando todo un segundo, cómo extrañada de que hubiera tanto espacio y claridad en la habitación.

Entonces apareció detrás de mi, me dijo algo al oido y nos besamos.

"He estado limpiando... ahora si voy a hacer todo bien" le escuché decir mientras yo caminaba por la habitación mirándolo todo y sin tocar nada, veía las cosas que reconocía mías pero que tenían el toque de alguien más: Mi cama y mis sábanas pero con una colchita marrón, la puerta abierta del closet también marrón con unas camisas dentro, mi sofá al lado y no frente a mi cama como lo recordaba.

Era cierto, habiendo movido todas las cosas se veía bastante mejor, el espacio fluía mejor, luz entrababa mejor, el sitio parecía estar oxigenado y aunque me daba cuenta de eso, seguía sintiendo que algo no estaba bien ahí.
"Has estado limpiando" le dije mientras entraba al baño, me sentía un poco asombrada de lo que veía. El baño estaba impecable e iluminado, el color amarillento del marmol relucía junto con los espejos, me gustaba ver todo tan limpio. Me senté en el filo del tocador, "Esta todo muy lindo" le dije, él me dió un beso

La puerta estaba abierta, salí del baño y me dirigí al otro lado, justo al pasar por la puerta de calle, me tomó de la cintura y empezó a besarme contra la pared. Yo con los ojos abiertos podía ver por la ranura de la puerta, había gente subiendo las escaleras, pasando por el pasadiso. Dejé de besarlo.

- Hay gente subiendo.

Él, sin dejar que me moviera empujó un poco la puerta con la mano y siguió besándome, me dió la vuelta hacia el corredor detrás de la puerta donde nos escondimos y empezamos a hacerlo. Él se recostó en el piso y su cuerpo funcionaba a manera de tranca si es que alguien trataba de abrir la puerta, yo encima  pensaba en cuanto me gustaba verlo, ver la forma de sus brazos mientras me sostenían, lo veía allí conmigo y pensaba en que aunque me gustaba, había algo en mi pecho que ya no estaba más ahi.

Tu lo sabes todo de mi -me decía a mi  misma mientras me tocaba- tu sabes todo de mi y no es suficiente, tu sabes todo de mi y esto también lo debes saber; pero me miras con ternura, tus ojos parecen pedirme que no sea cierto.

Miraba al frente y veía que esa vía que él había limpiado a mi me causaba disonancia, veía la luz brillante que salía de la puerta del baño y pensaba que ese lugar en medio entre ella y donde estaba revolcándome con él me causaba un miedo, incomodidad... incertidumbre.

Su voz en mi cabeza se repetía entre mis pensamientos "Ahora si voy a hacer todo bien... Ahora si voy a hacer todo bien".

"Hacer todo bien"

¿Que era hacer todo bien? ¿Decir todo lo que me estaba incomodando de esa habitación?¿Decirle que miraba su cuerpo y me gustaba de todas las formas posibles y a pesar de eso no encontraba un atisbo del amor que sabía que había habido? ¿Que me sentía fragmentada? ¿que mi cuerpo estaba dejando de sentirlo porque no encontraba por donde estaba mi corazón y mi cabeza no paraba de emitir ideas que se mesclaban con sus palabras? ¿Eso era hacer todo bien?

El me miraba así, con la ternura de sus ojos de canica y yo tenía deseo de huir, de no decir nada por miedo, de acabar todo para no tener que lidiar con eso. ¿que esta bien?.

Tenía miedo de decir que me sentía invadida, que no sabía si sólo era eso o si es que tenía miedo de estar haciéndolo con el y estar alimentando algún sentimiento que no estaba segura de tener, tenía miedo de pensar que tal vez diciéndolo todo iba a aclararse y que eso podría afianzar o terminarlo todo.

Miré sus manos que me gustaban tanto, sus ojos de canica, mi ser semi desnudo, mi miedo terrible.

Desperté y pensé en los otoños en donde los árboles se desprenden  de sus hojas muertas y parecen ser seres solitarios, en la puerta del invierno dónde parece que todo agoniza, pero nada esta muerto.

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