lunes, 2 de marzo de 2009

Old Date II

Habían pasado varios días desde aquella salida con el tío que conocí en la exposición de arte, pero desde aquel día entre las pinturas me había quedado una duda: ¿Porque mi amiga lo miraba así?.


No le gustaba, ya se lo había preguntado, sólo me dijo que ella creía conocerlo de algún lado; hasta que un día conversando me lo dijo: Ya se de donde lo conozco, el no se debe acordar porque yo era muy chiquita, pero creo que trabajaba con mi mamá. Mi reacción instantánea fue la obvia pregunta: ¿Tu mamá?; si, vamos a preguntarle.

Ipso facto llamó a su alegre progenitora y empezó a indagar, le dio nombre, apellido y descripción física, para que luego su mamá respondiera: Ah!!! Si!!.. ¡Ya me acordé! Claro, trabajaba conmigo, bueno... si estamos hablando del mismo. Fue allí que empezó la descripción (que más parecía una hoja de vida): Trabajaba conmigo en Coca Cola, era casado pero se divorció, no se bien porque pero todo mundo decía que su mujer le saco la vuelta pues el viajaba mucho, desde ahí no se le volvió a ver con nadie serio... un soltero empedernido.

Nosotras escuchábamos atentas como si estuviésemos escuchando una radio novela irrepetible, ella nos contaba la historia y nosotras nos mirábamos como pensando: ¿Estaremos hablando de la misma persona?, para luego preguntar: ¿qué edad tiene? Bueno, yo recuerdo que tenía como 3 años más que yo. Nos miramos en silencio, no sabíamos si reírnos o preocuparnos o qué... Su mama tiene 50.

Cincuenta y tres años, WoW! yo pensé que tenía máximo 40... nunca más de eso y bueno, 40 me parece razonable para mis 27 años... o me parecía, la verdad en ese momento todo era un poco incierto.

Como dije anteriormente, yo había decidido salir con el nuevamente si es que me volvía a llamar, pues a pesar de no convencerme del todo, la primera salida había sido entretenida; pero nunca tanto como llamarlo e invitarlo yo. Igual no se me salía de la cabeza; ¿53? La verdad me parecía imposible. No había otra forma de saber más que preguntándole, en el caso hipotético de que me llame y salgamos. Y así pasó, el tío volvió a la carga.


Había tenido un día horrible; en ese momento extrañaba horrores tener roomates para poder sentarme a conversar al llegar a casa. Y si llamo a la rubia? - pensé, No... esta en clases. ¿A quien llamo?... Ring! Si... era él, preguntándome si quería ir al cine.
- ¡Si! - Respondí mas eufóricamente de lo que debería. (Un error... pareció que estaba afanadaza y la verdad es que yo sólo quería conversar con quien sea)
- ¿Si? - Respondió a manera de pregunta maliciosa.
- Aja, ¿a que hora nos encontramos? - bajándole a la emoción.
- No te preocupes, yo te paso a recoger - haciéndose el galante.
- OK, nos vemos entonces. - tratando inútilmente de neutralizar la euforia anterior.

Me puse bien webera: cafarena de algodón negro, jeans, zapatillas verde militar y el pelo en una cola, a ver si así le bajaba el tono a la "emoción" de mi respuesta telefónica. Como antes, me llamó para avisarme que ya estaba abajo.

Cuando lo vi sus ínfulas de winner ya eran demasiadas, me arrepentí de haberle dicho que si, pero ya que chucha... ya estaba allí lista para ir, cancelar en ese momento era una ridiculez; además, ¿que de malo podía pasar?

Nos fuimos al cine, compramos las entradas para la película en 3D y empezamos a hacer un poco de hora antes de que empezara la película, yo me reía sola de unos chicos que estaban cerca:
- ¿De que te ríes?
- De esos chicos, están en otra totalmente y me da risa porque creen que pasan caletas.
- ¿Por qué?
- Porque están stonasos haciendo webadas y me da risa.
- Ah! osea que tu la conoces... bien ahh....

Yo lo miré y sonreí pensando en silencio: Looser (cantándolo un poquito)
- ¿Y que tal tu día?
- Mmmm... ahí no más, muchas cosas para hacer a la vez, pero bueno riéndome con mi amigo el chef, que molestaba diciendo que ya va a dejar de mandarme cosas porque dice que como mucho...
- No... ¡pero tu no estas tan gorda! - Dijo él mientras apretaba sus manos contra mi cintura.


Me quedé quieta en el pasillo mirándolo a los ojos con cara de "Eres un desatinado", bajé la mirada a sus manos, lo volví a mirar. Él dejó de tocarme, dio un paso hacia atrás y yo con una media sonrisa le dije:
- Para comenzar, no estoy gorda. (Lo pueden asegurar mi 1.66mt y mis escuálidos 54kg), segundo, no tengo problemas con mi peso y estoy bastante contenta con como me veo, tercero: al que no le gusta, que no me mire, es simple.

Tal vez fui un poco agresiva, no lo sé, pero en 1º lugar me pareció muy desubicada su respuesta y 2º ¿que le hizo pensar que podía tocarme y apretujarme así?.

- No te piques, no te piques... jajaja - Me decía medio riéndose.
- No me pico, pero es mejor que quede claro.
- Claro... pero igual tu estas muy bien...
- Gracias, lo sé - Le dije en tono burlón.

Entramos a la sala hablando de ya no se qué, nos dieron los lentes 3D, buscamos un sitio donde ver todo bien y nos sentamos a esperar a que empiece la película.

Ya viendo la película, todo estaba entretenido, había poca gente así que podía poner los pies donde quisiera y moverme como una niña en mi asiento mientras alucinaba a los dinosaurios en tercera dimensión. El aire acondicionado de la sala estaba algo frío, así que froté un poco mis manos; no tenía visión periférica por los lentes 3d y grande fue mi sorpresa al sentir que una manos tibias tocaban las mías.

¡Nooooooooo!.... ¿¿¿De verdad me estaba frotando las manos???; volteé, lo miré con la ceja levantada y sin una palabra retiré mi mano de las suyas. Se rió un poco, siguió viendo la película y al rato puso su mano sobre mi pierna y yo me quería reir de tanta ridiculez. Nuevamente, volteé a mirarlo, me quité los lentes, miré mi pierna, volví a mirarlo a él, se rió nuevamente, quito su mano y siguió viendo la película como si nada. Quería mandarle un lapo por baboso. ¿De verdad creyó que yo le iba a atracar con su estrategia de Richi Cunningham? AH!..... verdad que tenía 50. Bueno, nunca se lo pregunté, ya no quería saber mas, sólo quería irme a mi casa.

La peli terminó, me invitó a comer algo, pero le dije que no tenía hambre... así que salimos camino a mi casa. En el camino "se equivocó" de entrada y tuvimos que regresar y agarrar nuevamente el camino a mi casa, mientras yo miraba las casas, los árboles y la gente tratando de inventarme alguna tontería para que no hable ni me pregunte nada. Sólo quería llegar a mi casa.
Una vez que llegamos, no quería que me acompañara a la puerta, así que me despedí rápidamente de dentro del auto y cuando estaba bajando discretamente acelerada, escucho que me dice: Pero espera... te acompaño...

Damn!

Caminó conmigo hasta la puerta y yo buscaba mis llaves para poder acabar con la salida de una vez.
-Bueno, gracias por la invitación.
- No te preocupes... ¿cuando nos vemos?
- Ah.. no sé... voy a estar un poco ocupada... coordinamos

Abrí la puerta, me estaba acercando para despedirme y meterme ipso facto y me dice:
- ¿Cuando me vas a presentar a tu gato? (Estoy pensando seriamente si con gato se refería a alguna metáfora de doble sentido... la cara que tenía era simplemente para correrse...)
- Tal vez algún día lo baje y lo miras, no le gusta mucho la calle... Bueno, que estés bien...
- Nos vemos pronto entonces...
- Ok! chau!

Cerré la puerta y esta vez no quise saber mas de él. No, no, no.

La siguiente semana me llamó el Jueves un par de veces, no le contesté y no pensaba contestarle nunca más; sin embargo no conté con lo insistente que podía ser. La siguiente semana a ese jueves me llamó 6 días seguidos a la hora del almuerzo y de la cena, ¡Seis días seguidos!. Nunca le contesté y me preguntaba ¿por qué seguía llamando?.

Luego de esos 6 días de intentos dejó de llamar y me sentí aliviada, pero no contaba con su astucia... Un día saliendo de clases, saqué mi celular para prenderlo y Oh! sorpresa! Su nombre centelleaba en la pantalla.

NOOOOOOOOOOOOOOO. No contestar! No contestar!

Me dejó un mensaje diciéndome: Valeria, contestame cuando te llamo, Chau.

FUEEEEERAAAA.

No contento con eso, me llamó 1 mes después de esa última llamada mientras yo hacía unas entregas del trabajo. UUF!!!! me asusté horrible!!! ¿Cómo alguien a quien no le has contestado en 2 meses piensa que ahora lo vas a hacer?

Miraba a todos lados pensando que me había visto en la calle, la más paranoica, mientras seguía haciendo la misma operación: No contestar. Si me vio en la calle, espero que haya visto claramente que no le quise contestar. Después de eso, no volvió a llamar. Menos mal.

Creo que unicamente como para saber, estuvo bien, pero ya más allá... lo siento... no estoy buscando un padre.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jajaja... perdon que invada tu espacio pero me dio risa... pobre tio!, de repente si le mandas la direccion de tu blog te deja de llamar... jaja, oye, por si acaso me volvi tu fan...

V dijo...

JAJA... Noooo... por ahi que me empieza a mensajear ininterrumpidamente y luego se aparece con su cuchillo en la puerta de mi casa, NICA!!! Gracias por pasar por aqui!