domingo, 10 de octubre de 2010

Centaura

Y esa conversación con la que he sentido tanta lascivia me ha hecho el día, en verdad no se si tenía que ver con eso o con que, pero que importa porque mientras yo decía:

-Entonces yo me voltearé para que veas mi cabello suelto

Yo imaginé una contestación de primitiva testosterona, lo imaginé tomándome por el cabello sin pensar en alguna delicadeza, sin emabrgo contestó:
-Entonces yo acariciaré tu pelo y te diré que hacer.

A mi no se me ocurrió que esa frase podría calar en mi tanto, en la poesía de la imagen... la poesía... la poesía.... la imagen... "Centaura".... entendí... que elegancia describir la cabalgata de una mujer, el manejo de un hombre, la fusión de dos seres en un cuerpo... sentí tanto deseo de verme en esa imagen, sentí risa de haber entendido esa imagen de esa forma... tan rica.

Ahora cada que lea este poema de nuevo reiré, para disimular mi sensación, para disimular mi deseo de convertirme en una.

Soneto XXII  - Pablo Neruda


Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,
en regiones contrarias, en un mediodía quemante:
eras sólo el aroma de los cereales que amo.

Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa
en Angol, a la luz de la luna de Junio,
o eras tú la cintura de aquella guitarra
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.

Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto

mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

No hay comentarios.: