Hoy me taggearon en el FB en esta foto... MIERDA... las cosas que me acordé... ojalá las buenas ganaran, pero tuve un recuerdo en especial, que aunque esta pesadito... esta muy bien que lo recuerde.
Ese día era la reunión de cumpleaños / despedida de mi amigo John y yo le dije al chico con el que estaba para ir. Mi intención con llevarlo no tenía nada que ver con algún tema de exhibicionismo femenino, si no con que las personas que iban a estar allí eran importantes para mi. Sin embargo, este chico no quiso acompañarme.
Yo obviamente yo busque varias razones para tratar de convencerlo y hacer más bonita la idea de ir... Es sólo un ratito, no va a ser hasta muy tarde, todos son buena gente, nadie te va a tratar como el nuevo, etc, etc.... El igual no quiso ir y me dijo algo así como que se iba a sentir raro porque no conocía a nadie y que de que iba a hablar, que era una "reunión de colegio" y que seguro todos iban a hablar de cosas que sólo nosotros conocíamos. Yo hice el intento un par de veces más, pero al final, fue inutil y a mi no me gusta obligar a las personas.
El día de la reunión yo llegué y la pregunta de todos fue ¿Y donde esta tu enamorado con el que andas tan feliz?. Marita volteó los ojos, se siguió de largo a saludar al resto y con eso distrajo un poco a todos. Pero la reunión siguió avanzando y todos siguieron haciendo la misma pregunta: ¿Donde esta?. Así que a mi no se me ocurrió mejor idea que exponer las mismas razones que el enamorado me había contestado a mi.
En ese momento voltearon a mirarme con la ceja levantada:
1. La enamorada de John.
2. El enamorado de Lili
3. El enamorado de Andrea
4. La enamorada de Renato
John, siempre tan directo como siempre me dijo: "Mmmmm... Valeria, eso es un no me importa, supongo que mínimo le habrás dicho ¡Ah! tu te la pierdes! (en un tonito de un chiste que nadie que no haya escuchado la historia de donde viene entendería)". Yo iba a decir algo, pero preferí quedarme callada porque iba a defender lo indefendible. Me sentí una reverenda imbecil.
Cojudísima.
Mi cara simplemente lo decía todo y es muy dificil esconderle algo a personas que te conocen tan bien. Los novios y novias hicieron comentarios graciosos al respecto, como "¿porque tu no eres así de comprensiva y me haces venir a estas reuniones? (Comentario de alguien que era un "adherido" al grupo pero que se había convertido en alguien muy querido por nosotros). Todos se rieron y empezaron a recordar webadas que habían hecho juntos luego de conocer al grupo colegial.
Yo sonreí y seguí la corriente, pero ya la molestia la tenía clavada en el estómago.... para hacerla caleta pregunté si alguien quería que le trajera algo de tomar y me fui al comedor.
Karin la entonces enamorada de John se me acercó y me dijo: "Valeria, yo a John lo amo, pero yo no podría las manos al fuego por él, los hombres son tan egoístas y una tiene que cuidarse, si no quiere venir aunque sea hará otras cosas contigo ¿no?, porque si no que no te joda, esas cosas son cojudeces..."
Que hasta las webas me sentí... que horrible me pareció ese comentario, en ese momento yo si hubiese hecho lo que sea por la persona con la que estaba ¿como es que dices que amas si no confías... si no compartes? y por otro lado ¡Qué ridículas me sonaron sus razones cuando me senté en un cuarto lleno de personas que no se conocían entre si pero que iban porque la persona con la que estaba se lo había pedido! ¡Qué ridícula me sentí yo!
Al fin de la noche la pasé muy bien, reunirme con mis amigos del colegio me deja siempre llena de buenos deseos y sintiendo que en el mundo las buenas personas si existen, yo quería compartir eso tan grande y bueno para mi, quería compartir eso bueno de mi vida; pero bueno... hoy se que formar parte de la vida de alguien es una desición personal.
Es más facil deshacerse de algo cuando tienes menos vínculos.
Es tan grande el desamor que recuerdo... pero es extraño, ya no me hace sentir mal, ahora se que eso es algo que no quiero en mi vida y es mejor dar por perdidas algunas cosas.
Así que hoy, esta foto me recuerda lo importante que es tener cerca de uno a personas que sean sinceras en su deseo de compartir y que saben querer con el corazón limpio.