martes, 15 de diciembre de 2015

Cuidar de ti es más importante que cuidar de mi.

No se a qué edad pude haber aprendido eso... pero para una mujer que no tiene hijos que cuidar, es un pensamiento un tanto ambiguo.

Hoy escuchaba un audio libro de Breneé Brown que se llama "Los Regalos de la imperfección" y la frase del título apareció para ponerme a pensar en cómo esa idea esta tan hondo en mi actuar, cómo eso me ha puesto en una posición de espera y angustia en mis relaciones de pareja, pero sobre todo, cómo eso ha silenciado mi voz en momentos en que el conflicto era necesario.

Pensar que yo voy a estar bien, que puedo callarme, que puedo adaptarme... que ya habrá un momento para que, con más calma, podamos hablar sin pelear. Yo puedo posponer mi molestia y mi desacuerdo en órden que de tú, otro hombre/mujer puedas sentir que estas en lo cierto y así, no entremos en tediosos y posiblemente.

En mi cabeza hay algo que no esta bien en ese sentido.

Maternarme se hace necesario.

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