jueves, 21 de abril de 2011

Atrazo

Diez días. Nunca me ha pasado. Mi puntualidad ha llegado a ser ridiculamente precisa. Pero esta vez es diferente.

Ayer conversaba en el carro con una amiga:

- El mes pasado todo llegó On time.
- Sabes que eso no significa nada verdad?
- En verdad no estoy preocupada.
- Y no vas a comprar un rapitest?
- No.
- Y le has avisado?
- No.
- Mmm...
- ah...


Yo soy muy observadora de lo que sucede en mi cuerpo; que si como mucha azúcar me da migrañas y si tomo mucha cafeína me dan taquicardias, los colorantes me enronchan un poco y la carne me indigesta en ciertas medidas, las gripes empiezan cuando estornudo poco y cuando me pica el paladar, que cuando tengo un dolor en la nuca y detras de los ojos es porque no estoy comiendo bien, cuando tengo muchísima hambre me dan nauseas y estas últimas también se sumarán a un cólico repentino y magistral si es que algo realmente me molesta.

Creo que hay una diferencia entre lo que es causado por las emociones y la real enfermedad.

Odio las medicinas, me hacen sentir mal mientras me curan (Si me curan...); mi mamá me repite que ella no entiende por qué desde chiquita me enfermo más cuando empiezo a tomar medicinas... ¡Ay hijita!... Tu siempre eres tan rara.  Yo no sé que sea, solo se que desde que tengo recuerdo hago un esfuerzo sobre humano para que las medicinas se queden en mi cuerpo (Claro, bajo la premisa de que te sanan) porque  lo que mi cuerpo quiere es vomitarlas.

Y el mismo cuento es con los anticonceptivos, benditas pastillitas que evitan que produsca esa celestial célula que puede llevarme potencialmente a multiplicarme. Yo las odio, odio que su capacidad anovulatoria me de nausea matutina, vespertina y nocturna, dolores de cabeza, malhumores indeseados de los cuales soy totalmente conciente y por ende debo de tratar de manejar pues simplemente, no es culpa de nadie que eso surga en mi. Y eso me llega... yo en esos momentos quiero gritarle a todos que se vayan a patinar con su abueltita calata.

Y para los que estan pensando: "Cambia de pastilla" "Cambia de producto" "Cambia de método" tengo que decirles: Yala, YalA, YALA. Así me sucede, se me pasa con los meses (Ojo! los meses!), hasta que mi cuerpo se resigna y deja de resistirse.

Entonces, cómo no pensaba seguir necesitándolas hasta nuevo aviso, dejé de tomarlas. Terminé mi último paquete, mi ciclo llegó regularmente y dejé de pensar en los horarios. Todo bien.

Saben, yo siempre he creído que los ciclos en las mujeres son bonitos, fuera de los cólicos y fluidos varios, creo que lo que sucede en los cuerpos femeninos para ser lo que son y para recibir a la vida es hermoso. Tal vez lo he sentido así porque siempre he sido un reloj suizo. Los cambios físicos que se generan para mi son como sabiduría pura, que haya un periodo fértil específico en un ciclo y que esto además se note y se sienta me causa admiración, me hace sentir que hay toda una preparación para recibir ese momento. En verdad me gusta, me gusta mucho ser mujer.

Pero este mes, tuve la sensación de que ese preciso periodo se extendió más de lo usual, pensé que eran ideas nada más. De cualquier forma que importaba,  no es que este tratando de quedar embarazada.

Pero llegó el fin de ciclo y hubo un silencio corporal.

Yo, para ser sinceros no lo pensé hasta que me dí cuenta que no había cambiado el mes en mi calendario (en el que desde los 15 años marco mis días religiosamente) y al empezar a darle la vuelta a la página vi las marcas del mes que pasó y me pregunté ¿Qué fecha estamos?.

Uno, dos, tres... diez.. veintiuno... veintiocho... treinta y dos... ¿QUE?... Uno, dos, tres... diez.. veintiuno... veintiocho... treinta y dos... ¿Habré apuntado bien?¿Me habré equivocado de semana?. Miré Febrero... No, es la semana correcta. ¿Qué?.

Entonces regresé a mis sensaciones ¿he tenido cólico? No. No puede ser la semana, debo haberme equivocado. Miro las marcas de nuevo y no, las fechas son las fechas.

Me cambio y salgo a mi reunión, en el camino imagino lo que sería decirle a mis primas que estoy embarazada, lo que sería decirle a mi ex-part time lover que estoy embarazada, lo que sería decirle a mis amigos que estoy embarazada, lo que sería decirle a mi mamá que estoy embarazada. CRAP. No estoy embarazada.

Me la pego sin querer con mi prima Claudia hablando de relaciones humanas, tomo un taxi, llegó a casa, me desvisto y me miro la panza, me toco el busto, no me duele, no esta más grande de lo usual. Me visto para no seguir dándole vueltas al asunto y me acuesto a dormir.

Entonces sueño que estoy dando a luz frente a un espejo en el que veo una cabecita salir de entre mis piernas, no me duele, no pido ayuda. Me siento a parir por instinto, envuelvo al bebe, lo miro y lo miro. Despierto, voy al baño y regreso a la cama.

Yo creo que no estoy embarazada, pero los días pasan y nada de nada. No quiero ir a comprar un rapitest, no se porqué, simplemente porque soy una necia, ¿que daño podría hacer? me digo a mi misma. No quiero pues. No quiero.

Entonces aparecen todas mis voces:

-Cómpralo
- No quiero.
- ¿Y si si?
- No creo.
- ¿Entonces por qué?
- Porque hace un mes que no como como se debe, porque he perdido peso y no es que pese mucho, porque hace un mes que estoy como loca acomodándo horarios, porque estoy cansada.
- ¡Ah estas cansada!
- Si, mucha actividad, he empezado a tomar vitaminas.
- Uy si... mejor porque si estas embarazada y te hacen falta... nooo... espinas bífidas y esas cosas... que miedo, pobre niño.
- No estoy embarazada, sólo tengo muchas actividades y algo de sueño.
- ¿Te acuerdas como tu mamá se dormía a cada rato cuando estaba embarazada? 
- Y se antojaba de todo y su olfato estaba a mil...
- No se me antoja nada y mi olfato esta novecientos noventa y nueve.
- Que suerte tener un seguro médico como el tuyo...
- ¿QUE? 
- Que vayas al doctor.
- ¿Será la edad?
- ¡¡¡¿QUE EDAD?!!!
- El cuerpo cambia pues no?...
- Si pues...

Entoces, mi yo que las contiene a todas las agarra y las manda un poco a la mierda.

No tengo miedo, bueno... si un poco... es algo diferente al miedo, no es que me no me imagine siendo madre, de hecho, me imagino demasiado siéndolo, es sólo que todavía no siento que sea el momento. Coyunturalmente hablando claro, porque lo que es mi cuerpo me pide hace 5 años llevar una alegre preñez.

Entonces, estoy atenta.

Creo que si llego a un mes ya atracaría a hacerme algúna prueba, no es irresponsabilidad es que no siento que deba alarmarme (O es lo que me estoy repitiendo). No se si es demasiada calma, pero es que no quiero decirle a nadie "Creo". No quiero llamar a decir: "Acompañame". Pero esa es una cuestión mía y de no dejar que me acompañen.

Estoy atenta porque estoy segura que en cualquier momento voy a sentir esa incomodidad usual.

Simplemente siento que tengo que deternerme a escuchar a mi cuerpo, creo que acaba de marcar físicamente que una nueva etapa ha empezado y tengo que tomarlo con calma. No sería la primera vez que eso sucede, no es que sea una paranoica hipocondriaca, pero es que se que somatizo, se que hay cosas que mi cuerpo entiende mucho antes que mi mente. Creo que va un poco por ahí.

Igual no dejo de tener un atrazo y eso, viene con todas sus connotaciones.

A ver que pasa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
V dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.