martes, 12 de mayo de 2009

Un sueño de voluntad

Soñé que lloraba, "Ya se van a cumplir los 90 días que me dieron para regresar", me decía el mientras me abrazaba.

Yo lloraba y mordía mis manos, sabía que era un sueño, pero aún así no me despertaba, sólo lloraba y lloraba sin parar y al no despertarme empecé a creer que era cierto, así que empecé a hacerle preguntas que me parecían horribles, pero que necesitaba saber.

El lloraba, beso mis manos y no me contestaba.

Esto no puede ser cierto, esto no es cierto, empecé a repetir hasta que desperté.

Que horrible sueño dije al despertarme, la piel se me escarapeló y el pecho me dolió de sólo pensarlo... empecé a rezar todas las oraciones que me se pidiendo que eso no sucediera.



El sábado lo supe, sólo estará aquí 2 meses más... hace sólo un mes que volví a encontrarlo. No sé que me dolió más, el saber que se va o el saber que estaba preparada para esto, no sé que me causa más impotencia.
Lo veo y tengo esta necesidad de abrazarlo y besarlo, de decirle que creo que es el mejor hombre que he conocido en la vida, que nunca he amado a nadie como a él, que conocerlo ha hecho descubrir en mi una mejor persona, que su amor de alguna forma me salvó la vida, que lo quiero dentro de mi existencia de cualquier modo.
Digo esto último porque no se en que posición me encuentro, instintivamente estuve buscando un cambio de trabajo, un cambio a un lugar que me permitiría conseguir una meta que tengo trazada hace tiempo y curiosamente, tambien me permitiría mantenerme en contacto con él, pero que todavía no es nada concreto; no se en que posición me encuentro pero se que en estos momentos no puedo mantener una relación, no por que no quiera, si no porque no tengo mucho que ofrecer.
Por eso cuando lo vi y hablamos pensé que todo era perfecto, porque el no quería una relación con nadie por razones bastante válidas, pero se sentía bien conmigo, que sentía que lo que había pasado conmigo era correcto. Yo me alegré muchísimo, porque pensé que eso era lo que yo necesitaba, salir con alguien con quien me sienta cómoda, con quien no tenga ninguna presión de decir que somos y hacia donde vamos, salir con alguien que me permita descubrirlo y que me descubran... fue tanto tiempo, ya no somos los mismos, pero se siente tan correcto, ¡Es perfecto!¡Es perfecto! pensé.
Creo que lo peor de su partida no fue la lejanía, si no no saber de él; pensar en que eso puede volver a ocurrir me angustia, porque de cualquier forma yo lo quiero como parte de mi vida, porque es una de las personas que supe iba a amar para siempre desde el momento que lo ví; no se en que sentido se pueda interpretar eso, pero esa sensación la he tenido con todas las personas que no son mi familia, pero que los quiero como si lo fueran.
No sé si lo del trabajo vaya a ser algo concreto o no, no se si los dos podamos contruir algo en algun momento del tiempo, pero tengo esta certeza de que lo que siento tiene un significado que no puedo pasar por alto. "La vida no te sonrie cada viernes"... como dice la canción.
¿Esta bien dejar ir a una persona por la que tienes este tipo de sensación?¿Está bien hacerse de la vista gorda y hacer como si no hubieses sentido nada? ¿No vale la pena al menos no perder el contacto y ya despues ver a donde te lleva eso?.
Ya no estamos hablando del otro lado del mundo ni de un millón de horas de diferencia... ¡es el pais del costado! ¡Mantener el contacto no puede ser tan catastrófico!. Eso si, requiere voluntad.

Esta vez no voy a quedarme callada, lo he prometido, me lo he prometido; esta vez estoy preparada, tengo las herramientas, tengo una fe que me dice que es lo correcto. Rezo para que entienda que es importante tener voluntad para hacer posible lo que parece imposible.

No puedo ir en contra de lo que mi corazón dice que es correcto.



(Y la canción creo que es mi oración cantada)

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