miércoles, 22 de octubre de 2008

Un adiós tardío




Hace algún tiempo que escribí esto en un cuaderno, creo que lo he tenido guardado macerándose... esperando que tome forma. Hoy siento que es un buen día para postearlo y cerrar un ciclo autoimpuesto con fecha predeterminada por un suceso.


No hubo un momento explícito para decir todas las cosas que tenía guardadas para esta persona, pero un día saliendo de una clase simplemente fluyeron por mis manos tal y como quería decirlas, sin dolor, sin resentimiento, con el entendimiento y claridad que durante mucho tiempo me hizo falta. Hoy me queda claro que ni si quiera es un adiós para él, es una forma de cerrar mi propio círculo.


Ahí va.




En medio del parque, con el mar y las cometas, estoy por darle fin a esta historia. No es que ya no la desee, es que es momento de seguir adelante. Quisiera creer que todo este tiempo tambien pensaste en mi, pero la esperanza narcisa no me lleva a ningún lugar; por eso es momento de ponerle fin a esta historia.


Todo este tiempo he mantenido nuestra historia en un limbo, sin saber que hacer, sin saber si enterrarla, si sufrirla, si olvidarla, si llevarla conmigo para siempre, si odiarla... sin saber... pero sabiendo que algo tenía que hacer.


Hoy se que enterrarla, odiarla u olvidarla es imposible, sería como hacer todo eso conmigo misma, pero lo que si puedo hacer es dejarla ir. El amor entre dos personas solo sirve en el presente, sólo sirve en los breves segundos en que la respiración del otro esta cerca. En mi presente, yo respito para vivir, para renovarme, para mi.


No se si te dejo o me dejaste o nos dejamos, pero se que el pasado no regresará y aunque lo hiciera, en estos momentos no me serviría para nada. Se que el amor que me diste contruyó un lazo que me mantuvo unida durante la tempestad y eso vale más que una pena, mucho más que un adíos.


El amor que me diste llenó vacíos, curó heridas, abrió puertas, me mostró caminos inesperados, me enseñó a dar sólo por la alegría de hacerlo. Por eso no te espero, porque se que el amor que te di lo hice desde el mejor lado de mi corazón sin esperar que me lo devuelvas, no volverá a ser igual en ningun momento. Tu y yo nunca volveremos a ser los mismos de ese parque.


Ya se a que se refería esa vocecita cuando caminabamos por el parque camino a mi casa la primera vez que nos besamos... "No hay regreso Valeria, no hay regreso"... claro, mi amor se iría contigo, no regresaría nunca, soy yo la que tiene que sembrar uno nuevo con el que yo recibí; uno que no eres tú, pero que lleva lo mejor de mi en cada hoja. Se que tu tambien harás lo mismo cuando sea el momento, usted siempre será un guerrero protector, estoy segura de que la persona que escoja será muy feliz a su lado.


A pesar de ser una de las cosas que más quiero en la vida, renuncio. Me despido agradeciéndote por el tiempo, por el amor, por la paciencia, la dedicación, las palabras, el entendimiento, los buenos deseos. Me despido deseando que el camino que escogiste para ti sea el que te haga feliz en la vida, el que te lleve a crecer, el que muestre con humildad la maravillosa persona que eres.


Te agradesco por hacerme entender que es importante luchar por los sueños, por cuidarme, por mostrarme que el amor es posible cuando te comprometes a cuidarlo, por mostrarme que en el mundo si hay personas que se aman a pesar de todo y de todos, por hacerme sentir parte de una familia.


Te agradesco por haberme abierto el corazón, por haberme amado como lo hiciste, por haberme hecho entender que si puedo amar una persona, por creer en mi y mis mágicas historias, por contármelas, por verlas conmigo, por hacerme ver cosas que yo pensaba no eran importantes.


Cuanto me hubiese gustado decirte todo esto cara a cara, palabra por palabra, pero ambos sabemos que eso no va a suceder en un futuro cercano; por eso me despido con un abrazo a la distancia, estoy segura que de alguna manera podrás darte cuenta. Quiero decirte que siempre estuve escuchándolo todo, cada palabra, incluso aquellas que me hacian daño sin querer y a pesar de eso puedo decir que haberte conocido sólo me ha hecho crecer, me ayudaste a construir la persona que quiero ser.


Adios Sergio Emilio, fue un placer haberlo tenido en mi vida.






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