miércoles, 18 de abril de 2018

Postponerse

Hay muchas maneras de postponerse a uno mismo.

Una es no ordenar tus obligaciones, vivir pateando las cosas que tienes que cumplir hace que retraces no sólo tu día a día, si no tus planes y sueños a futuro. Cada vez que postponer una obligación, recortas tu tiempo de disfrute y alargas la espera.

Otra es no ordenar tus ideas, el desorden en esta área hace que tus pensamientos estén más tiempo en la imaginación que en la realidad y las ideas que no conectan con la realidad terminan siendo fantasías. Las ideas fantasiosas tienen una gran carga de energía y uno puede decidir dónde enfocarla: en alimentar la fantasía o ponerlas en ejecución. Para ejecutar necesitas  priorizar que puedes hacer con lo que tienes, para luego pasar a qué es lo que necesitarás para las siguientes etapas. Proyectas una idea, armas la estructura que delimite medianamente las necesidades y empiezas a seguir. Seguirás necesitando de la imaginación para visualizar posibles escenarios y soluciones, pero esta vez la imaginación estará encausada hacia algo específico.

Esas son dos que brevemente se me ocurren hoy y las apunto porque siento que hay muchos sentidos en los que me estoy postponiendo.

El miedo esta involucrado también, creo que sin querer postpongo cosas porque no creo que puedan ser posibles y postponer es algo así como no lidiar con la realidad. Pero si la realidad es que no se puede, es mejor saberlo ahora que despues... así podría invertir mi energía en cosas que sí sean posibles.

Esa es mi amable reflexión de hoy .

Buen día.

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