martes, 19 de julio de 2011

Unfinished



Pero todos estábamos en eso, lo he sabido siempre sin poder encontrar las palabras y lo saben ahora ustedes que ya no hay más que decir.

Aún frente a frente nunca estuvimos en el mismo lugar. Me pregunto porque nos amamos con tanto egoísmo... lo único que puedo decirles es que ya no es nuestro tiempo, ahora que nos amamos completos ya no es nuestro tiempo.

Los descontentos siempre resonarán en las paredes, la negación de nuestra vida pública, las puertas abiertas por las que decidieron irse anunciando mi incapacidad de hacer lo que en disimulo esperaban de mi.

Si, me destrozaron, de esa que había no queda nada.

Aún así se pelearán los despojos porque nunca fue suficiente, se llevarán retazos de mi piel muerta para curbrise los ojos y negar que todo se ha desvanecido.

Ahora liberada no desmiento mi silencio y tampoco condono sus desapariciones, sólo puedo decirles que cuando nuestros recuerdos tocan la puerta, no encuentran el desprecio con el que me reciben cada que niegan el saludo. Yo los invito a bailar acunados en mis manos, diciéndoles que fueron amados para por fin despedirnos.

Inconclusos se quedaron muchos instantes que regresan ahora a buscarlos, inconclusos se quedaron ustedes, con sus amores a medias, sus reproches ciegos y su ansia de seguir mirandose el ombligo. A la llegada de esos días me recordarán por eso... por las puertas abiertas de mi casa tibia, por mis secretos en las ventanas, recordarán que mi única imposición era el mantener el aíre que nos sostenía juntos.

Ahora, en este momento de encuentros espontáneos, sin querer como siempre, aparecen no se si en busca o ofreciemiento de algún resarcimiento.

Yo sólo puedo decir que todos estabamos en esto y en memoria de ese efímero amor nuestro, espero algún día perdonarlos.

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