miércoles, 17 de septiembre de 2008

Mi amigo imaginario





No sé a cuantos les pasó esto, creo que todavía no conosco a alguien que como yo haya tenido un amigo imaginario. Dicen que los hijos únicos son los que generalmente tienen uno, bueno... yo tenía un hermano y además un amigo invisible.

Mi amigo imaginario se llamaba Paul (Como se pronuncia en inglés) y no era mi amigo, era mi esposo, por los menos eso es lo que decía de niña. Yo jugaba con él y me acompañaba en todas mis travesías por la casa de mi abuela haciendo maromas. Debo haber tenido alrededor de 4 años y se lo presentaba a toda mi familia.

Mi esposo Paul decía yo... mi mamá, mi tía y mi abuelita se reían de mi: "Seguro es un hombre de pelo en pecho" decían burlándose. Yo no contestaba, me parecía raro que ellas no pudieran entenderlo o verlo, él era un niño como yo, pero era mi esposo.

Mis recuerdo de Paul son muy vagos y claros a la vez, lo digo así porque no recuerdo su cara, su voz o que era lo que decía, pero si recuerdo su forma, su pelo lacio y cortado parejito, su chompa azul con rojo, sus pantalones claros, su paradita de niño bueno al lado de mi cada vez que lo presentaba a alguien; recuerdo haberlo amado mucho... como no... era mi esposo.

Cuando escribo esto no se si es algo que en verdad recuerdo o algo que me inventé en algún momento para acompañar mi recuerdo de espacios de juego y conversación.

No sé bien cuando empecé a verlo, pero si recuerdo bien cuando dejé de hacerlo. Un día en la cocina, jugaba en el piso con Paul, mi mamá se acercó y me pregúnto que hacía:
- Juego con mi esposo Paul - le contesté
- ¿Donde esta?
- Ahí.
- ¡Pum! Lo maté - dijo dando un pisotón.
- ¡Noooo!

Me puse a llorar instantáneamente, ¡Lo había matado! ¡Ya no estaba!. Mi mamá se reía creyendo que se trataba de un juego. Luego de eso sólo recuerdo el piso rojo, la pared beige donde se suponía que estaba y la sensación de haberlo perdido.

Ya no esta, lo mató, quedé viuda.

Es increíble como los adultos no pueden entender el juego, es una pena... realmente se pierden de mucho. En estos días en que vuelvo a tener la energía de antes me doy cuenta de que la gente realmente piensa que estoy un poco loca porque canto o porque me divierto jugando mientras hago mi trabajo; y ¡ojo! No juego y dejo mi trabajo, trato de convertir mi trabajo en un juego que es distinto, me imagino a la gente haciendo cosas sin sentido para cumplir su cometido, me rio por montones, me gusta pensar que muy en el fondo la gente tiene esa chispa de emoción con las cosas que hace.

En mi mente de adulto a veces extraño ese desdoble de imaginación infantil, que es como algunos días lo entiendo; aunque debo decir que algunas veces me encuentro hablando como si alguien me contestara, claro esta vez sin rostro ni cuerpo que pueda ver, sólo la vocecita.

Me leo y me pienso esquizofrénica.... jejeje bueno, por lo menos, hasta el día de hoy las vocesitas no me han pedido que mate a nadie o que me tire de algún lado, sino todo lo contrario. Aunque algunas veces no he podido entender a que se refieren, con el tiempo ha tenido sentido. No sé ni porque estoy contando esto... hehe... por alguna razón me entraron ganas de recordar a ese niño visible sólo antes mis ojos y que ahora recuerso con mucha ternura.
No sé si es que yo entienda el mundo de una forma distinta, la afirmación la siento un poco narcisa, me queda muy claro que no soy como el resto de las personas, bueno... nadie es como nadie, saberme especial me alegra la vida; todos los días juego a que brillo y que cantando les regalo un poquito de polvo de estrellas... ¡Me volví campanita! hahaha... jugar sin pensar hace que me enfrente al mundo de una forma distinta; me gusta creer que eso aprendí con mi "Esposo Paul", que jugaba conmigo, hacia maromas, me acompañaba y se paraba como niño bueno, que no cuestionaba mi existencia y yo no cuestionaba la suya.
Para jugar no es necesario entenderlo todo, en el mundo no es necesario entenderlo todo, sólo necesitas imaginarlo, creer que es posible y lanzarte a hacerlo. Que nadie pueda entender el proceso no significa que no pueda existir.
Que suerte haber tenido a Paul.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque la frase "Ya no esta, lo mató, quedé viuda" me dejó al borde de las lágrimas, por la pequeña Valeria, este post es demasiado bonito.

Eres encantadora. Realmente encantadora

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