lunes, 2 de junio de 2008

Exelentísimo Alejandro Romualdo

Lo comparto pues me parecen riquísimos. Uno me ayudó a dar el paso out de una situación y poderla plasmar en una escena de un final con el pesadísimo Peirano. El otro, bueno... es lo que pasa todos los días... Así me lo quiten todo, siempre puedo descubrir y amar todo con mis nuevas, viejas o inexistentes herramientas.

Como verán... hoy me siento fresa con leche... jajaja... ya lo sé, nadie lo entiende.

A OTRA COSA
Alejandro Romualdo
Basta ya de agonía. No me importa
la soledad, la angustia ni la nada.
Estoy harto de escombros y de sombras.
Quiero salir al sol. Verle la cara
al mundo. Y a la vida que me toca,
quiero salir, al son de una campana
que eche a volar olivos y palomas.
Y ponerme, después, a ver qué pasa

con tanto amor. Abrir una alborada
de paz, en paz con todos los mortales,
Y penetre el amor en las entrañas
del mundo. Y hágase la luz a mares.

Déjense de sollozos y peleen
para que los señores sean hombres.
Tuérzanle el llanto a la melancolía.
Llamen siempre a las cosas por su nombres.

Avívense la vida. Dense prisa.
Esta es la realidad. Y esta es la hora
de acabar de llorar mustios collados,
campos de soledad. ¡A otra cosa!

Basta ya de gemidos. No me importa
la soledad de nadie. Tengo ganas
de ir por el sol. Y al aire de este mundo
abrir, de paz en paz, una esperanza.

SI ME QUITARAN TOTALMENTE TODO
Alejandro Romualdo

Si me quitaran totalmente todo
si, por ejemplo, me quitaran el saludo
de los pájaros, o los buenos días
del sol sobre la tierra,
me quedaría
aún
una palabra. Aún me quedaría una palabra
donde apoyar la voz.

Si me quitaran las palabras,
o la lengua,
hablaría con el corazón
en la mano, o con las manos en el corazón.

Si me quitaran una pierna bailaría en un pie.
Si me quitaran un ojo
lloraría en un ojo.
Si me quitaran un brazo
me quedaría el otro,
para saludar a mis hermanos,
para sembrar los surcos de la tierra,
para escribir todas las playas del mundo, con tu nombre, amor mío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El primero es perfecto para el tiempo que paso...
parece que muchas cosas buenas no se buscan, llegan como caidas del cielo, ni siquiera hay que esperarlas, de pronto suceden... mmm me gusta mucho el poema. Gracias.

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