domingo, 27 de diciembre de 2015

Te he mentido. Nunca estuve satisfecha, ni si quiera la primera vez. Recuerdo esa madrugada y siento que eso ya era una advertencia de clara de lo que podía venirse. Me pregunto qué me sucede.

Quise pensar que tener cierto tipo de estabilidad iba a traer lo mismo para otros ámbitos, pero nunca fue así. Nunca estuve satisfecha y nunca estuve contenta de quedarme callada cada vez que tu te negabas a hacer algo que pudiera causarme ternura, alegría o placer.

Era como si mi goce te causara miedo, como si mi amor te causara terror, como si mi deseo de ser quien soy fuera un impedimento para la supervivencia de todas tus restricciones.

Aún así yo traté de amarte como eres y creo que logré una suerte de aceptación que estaba consciente de tu forma de ser, pero no de cómo eso afectaba mi ser todos los días. ¿Qué hago aquí me decía algunos días?¿Cómo puedo irme?¿Puedo irme?¿Debo?. Entonces mis pensamientos de aceptación se confundían con la idea de "aprender a amar al otro como es".

Creo que de esa última frase lo único que puedo decir hoy es que aunque esta bueno aceptar a las personas como son, es más bueno aceptar que eso no implica que tengas que estar cerca a cosas que no te hacen bien, que no te hacen crecer como persona o que te hacen sentir triste porque la misma frase no existe en viceversa.

El viceversa es necesario, siempre. SIEMPRE.

Escribir

De alguna manera escribir siempre me ha ayudado a procesar la vida y que ahora, es un poco lo que me limita a hacerlo. 

Antes, escribir aquí a manera de diario de proceso me hacía sentir que algo se liberaba, cada palabra escrita aquí iba cosiendo las piezas que quedaban de mi luego de tantas explosiones. 

Ahora, luego de la última estrellada de la vida, hay tantas cosas que quiero decir y que no logro elaborar para narrar mientras tipeo... no porque no pueda... las frases están en mi cabeza completas, se ven todas llenas de sentido, sin embargo, pensar en la queja y la posible idea de que "todo me pasa a mi" me pone en modo: DETENTE. Así, en mayúsculas. 

Yo no quiero escribir sobre la pobre V. que le pasan esas cosas en el amor y que no aprende cómo llegar a un punto equilibrado en sus relaciones. Más allá de el equilibrio: ¿Cómo no encuentro una forma de acercarme a hombres más equilibrados? Menos maltratadores psicológicos. Más allá de eso, ¿Cómo es que todavía caigo en esa trampa?¿Cómo es que quiero creer en la bondad de alguien que no me quiere como soy? y más aún, ¿Cómo es que yo aún pienso que puedo "posponerme" y que estaré bien?

¿Desde cuando lo que yo quiero es menos importante?

Así encuentro que ahora tengo una dificultad de decir las cosas en esta vía, que siempre fue un escape, que me permitió ser sincera conmigo y re evaluar lo que quería decir mientras escribía. Tengo una dificultad porque no siento que quiero sonar como la pobrecita, la que tiene mala suerte, la que todo le pasa, no quiero , no. 

Quisiera poder decir que encontré una forma de ser quien soy sin sentirme avergonzada, me gustaría poder decir que mi planes de trabajar en arte están yendo viento en popa luego de 2 años de haber dado el salto, quisiera decir que creo que he tomado acción, que he tenido enfoque para tomar decisiones; pero la pura verdad es que cada día lucho por sentirme bien conmigo, para convencerme de que lo que hago tiene valor y que las decisiones que he tomado me están llevando a algún lugar. 

No lo sé, creo que todo lo que hago es resistir la incertidumbre de meterme en un lugar que siempre quise estar y que no esta sucediendo como esperaba. Aunque, debo decir, tiene sus días en que creo que las cosas estan funcionando. 

Creo que hay días que no confío en mi lo suficiente o no confío nada... eso me paraliza y me hace pensar que tengo que enfocarme en lo positivo y no quejarme, no darle cabida a lo negativo, aunque este sucediendo en mis narices. 

Quiero decir que sí me doy cuenta de las cosas dolorosas que me estan pasando, quiero decir que no siento que me hundirán, pero que sí siento mucha mucha pena de que hayan sucedido, que siento mucha tristeza de haberme visto tratando de hacer maromas para ser amada, que me siento idiota de haber esperado peras del olmo y que siento que también hice las cosas largas porque había algún tipo de "beneficio" que quise convencerme de tener y que siempre supe que no tenía. 

No quiero escribir siento una víctima.











martes, 15 de diciembre de 2015

Cuidar de ti es más importante que cuidar de mi.

No se a qué edad pude haber aprendido eso... pero para una mujer que no tiene hijos que cuidar, es un pensamiento un tanto ambiguo.

Hoy escuchaba un audio libro de Breneé Brown que se llama "Los Regalos de la imperfección" y la frase del título apareció para ponerme a pensar en cómo esa idea esta tan hondo en mi actuar, cómo eso me ha puesto en una posición de espera y angustia en mis relaciones de pareja, pero sobre todo, cómo eso ha silenciado mi voz en momentos en que el conflicto era necesario.

Pensar que yo voy a estar bien, que puedo callarme, que puedo adaptarme... que ya habrá un momento para que, con más calma, podamos hablar sin pelear. Yo puedo posponer mi molestia y mi desacuerdo en órden que de tú, otro hombre/mujer puedas sentir que estas en lo cierto y así, no entremos en tediosos y posiblemente.

En mi cabeza hay algo que no esta bien en ese sentido.

Maternarme se hace necesario.

sábado, 12 de diciembre de 2015

12-12

Ya no creo en mi, eso es lo que siento.

Me pasé tantos años tratndo de construir una plataforma para despegar hacia mis sueños, hacia el amor. Siento que he fallado.

No todo puede estar tan mal me digo, hay gente alrededor de mi que cree en mi, que cree en el sueño que yo estuve construyendo para mi. ¿Porqué no puedo verlo?

Siento que estoy adormecida, que ni si quiera las palabras quieren salir de este letargo. Me siento lenta y fea. Siento que nadie puede contener este dolor más que yo misma, no tengo como compartir esto, como decirlo, como expresarlo. Nadie puede saber cómo se siente.

Esto no es lo que yo quería para mi. Esto no es por lo que yo he trabajado tanto tiempo. No me reconozco.

Me pospuse. Quise creer que podía hacerme a la idea. Quise creer que tal vez no me importaba tanto.

Todo me importa.

Y es que cuando no quiero pensar en algo hasta yo misma restrinjo las cosas que pueden traer ese pensmiento a flotee. Como escribir.

Hace tiempo que me digo que tengo que escribir, así tenga que obligarme a hacerlo. Y lo he intentado, pero creo que no quería leer mis verdades. Porque cuando escribo es así, diagramo mi verdad, ordeno mi peensamiento, saco las cosas que debo decir y que no se cómo pronunciar.

Creo que ha llegado el momento de volver a escribir. Quisiera que cuando escribo no fuera por mi necesidad de sacar el drama de mi ser, supongo que eso también es un trabajo.

Empezaré de nuevo. Un día a la vez.

Si me lees, no sientas pena por mi. No hay  decisiones buenas o malas, solo las que a uno se le ocurren en el momento y debo aprender a hacer un camino que es bueno para mi. No escribo para buscar consejo. Escribo para encontrarme con mi honestidad.

Eso es todo por hoy.

Buenas noches.