miércoles, 24 de junio de 2009

Cánsense de buscarme un novio

¡Oigan! ¿que quieren de mi?

¿Porque la gente esta tan empeñada en buscarme acompañante? No digo que no lo quiera, ¡Claro que si! Para nadie es bonito pasarse la vida sin compartir cosas que te pasan y que sólo tienes ganas de compartirlas en pareja, de verdad yo quisiera tener eso, de verdad que si.

Pero si hay algo que me ha llegado altamente siempre es que los amigos anden haciendole "el bajo" a los demás.... como si uno no tuviera la capacidad suficiente para hacerlo por propia cuenta.

Creo que hacerle el bajo a alguien es como asumir que entre dos personas las cosas van a funcionar. Es más, odio con locura el procedimiento porque siempre hay más gente involucrada y con más expectativas que uno mismo. ¿Para que quiero eso?
- ¿No quieres salir con mi amigo fulano? Me dice mi mejor amiga.
- ¿Por qué esta bueno? Le pregunto riéndome por seguirle la corriente.
- No, pero es bien inteligente...
- ¿Osea me vas a sampar a un feo?
- Ay tampoco es feo, miralo en mi facebook.
Y yo no se si reirme o que, porque ella sabe que esas salidas enyucadoras me llegan, pero tambien conosco a mi amiga, se que a veces es medio Jorgito... tambien se que en su oficina son más hombres que mujeres y supongo que no querrá salir sola siempre.
Entonces me pregunto ¿no seré yo la que tiene mala disposición?
¡ME MOLESTA!

Claro que quisiera salir con alguien, pero si va a ser así quiero pescarmelo yo... no que me lo pongan servido al plato.

jueves, 18 de junio de 2009

Lo que yo quiero de un hombre

Lo que quiero, es bien simple... bueno, en concepto...

Lo que quiero de un hombre es una pregunta que tuve pospuesta mucho tiempo, en el momento en que me la planteé no necesitaba saberlo, mi mente estaba muy enredada entre el pasado, el presente y el arreglar el camino para el futuro y decidí aceptar que no sabía lo que quería.

Con la premisa de no saber lo que quería decidí tampoco juntarme con nadie, porque ¡Imaginese! ir por el mundo jodiendole la vida a cada incauto que se pegue alguito conmigo... que karma... así que may con todos pensé... no se lo que quiero, no quiero averiguarlo en este momento, no necesito saberlo just right now. May con las desiciones, it's me time.

Y así conseguí amigos hombres maravillosos con quien cagarme de risa... jaja... pero bueno... esto no tiene nada que ver con lo que quiero decir el día de hoy. Focus.

Entonces... hace un tiempo por fin sentí la necesidad de tener alguien cerca, lento... pero cerca... Por experiencia se que cuando uno no sabe bien que es lo que quiere, se busca lo que sea. MAY, I don't want trouble in advance.

Le dí un montón de vueltas y finalmente como suele pasar en mi aprendisaje en la vida, una persona me hizo recordar algo que yo ya había tenido en mi vida, dos sucesos que me llenaron el corazón en el momento, pero que ahora me sirven para saber que es lo que quiero de un hombre.

Era tan simple.

Hay dos hombres que ciertamente han marcado mi niñez: mi papá y mi padrino. Para no hacerla muy larga mi papá tenía muchos líos de adicciones en su vida y desde que tuve 2 años no lo volví a ver más; entonces me crié con mi padrino, quien hizo la función de padre a cabalidad en todo sentido que me pueda imaginar (o en el que haya aprendido que funciona).

Alrededor de los 16 años, mi vida familiar empezó a ponerse caótica por muchísimas razones, entre ellas ver a mi papá en estado deplorable luego de muchísimos años y además que mi padrino empezara a tener problemas realmente serios con el estado y la justicia(los cuales debo aclarar es absolutamente libre de culpa), motivo por el cual tuvo que alejarse por completo de todos.

Así, ese año sucedieron 2 epidodios que ahora he recordado y comparado para descrubrir que es lo que quiero.

Episodio 1
Mi cumpleaños #16 como a las 3 de la tarde en el carro de mi mamá cerca al óvalo de higuereta.
Estábamos buscando algo para la reunión que iba a hacer esa noche con los 4 gatos que había invitado a casa , la verdad no tenía muchas ganas de celebrar ese año. Cuando nos estacionamos cerca a la panadería a la que íbamos mi mamá soltó un grito:
- ¡Ah! ¡me olvidé!
- ¿De que?
- Del regalo que te mandó el papo (Así le dice ella a mi papá)
- ¿Me mandó un regalo?
- Si, bueno... me lo encontré hace unos días y me dió una cajita para ti, dice que la tiene guardada desde el año pasado que cumpliste 15, pero nunca tuvo forma de entregártela.

Me entregó la caja, la abrí ipso facto y era un joyero musical en forma de corazón de color rosa con una bailarina que se movía al ritmo de la canción.

Mi mamá se bajó del carro para ir al cajero antes de ir a la panadería y yo miraba el joyero pensando en mi papá de una forma que nunca había hecho. Las lágrimas se me querían salir, no sé si de pena o de emoción, pero me las aguante como si de eso dependiera mi vida. Había prometido que no iba a volver a llorar por ningún hombre y en mi necedad no supe disernir el caso. Era la primera vez en 15 años de vida que sentía que mi papá se había preocupadopor mi, que había pensado en mi y no en él. Había guardado mi regalo durante un año completo... ¡Un año completo!.

Mi papá era un drogadicto completo, con todas las características de un desausiado para la sociedad, que haya resitido la tentación de vender esa cajita durante un año y esperar a encontrarse con mi mamá tenía que significar que de alguna forma se preocupaba por mi.

Cuando cumplí 15 creo que no pasó por la mente de nadie el que el quisera desearme feliz cumpleaños, yo pensé mucho en él, pero con un sentimiento de dolor y abandono que preferí obviar, pues tenía a mi padrino que se había encargado junto con mi mamá de que yo tuviera absolutamente todo lo que quería ese día y ciertamente lo tuve.

Yo pensé mucho en mi papá pero no puedo decir que lo extrañé, no tenía que extrañar, sólo lo pensaba como un vacío en mi vida. Mi familia (incluída la paterna) hizo como si el no existiera y todos celebramos juntos que yo cumplía 15. Él, donde quiera que haya estado, estaba pensando en mi. Saberlo un año despues, saber que hizo el intento por mi de alguna forma me puso un curita en el corazón.


Episodio 2



Mi padrino ya tenía seríos problemas y no lo veíamos lo seguido que estabamos acostumbrados, eso a mi me ponía triste en demasía, el siempre estaba atento a lo que yo necesitaba, siempre estaba a mi lado diciendo que el haría lo que sea por su princesa.

Su princesa estaba triste por no verlo y no podía culpar a nadie por eso.

No saber nada de él me hacía sentir como si hubiese perdido a mi padre de nuevo. ¡No es justo!¡No es justo que esto me pase dos veces en la vida! ¿Qué es lo que he hecho para merecer eso? Pensaba todos los días que quería contarle algo con lo que sólo se reiría él.

Pero él no se había ido y yo no había perdido nada. Durante cada evento importante de ese año el encontró la forma de comunicarse conmigo, me llamaba por teléfono, me recogía medio disfrazado del ballet para caminar un rato y conversar. El día del padre yo daba el discurso en la actuación, el apareció y se sentó en los asientos del fondo hasta que yo terminé, para luego pararse a aplaudir como hacía siempre en todas las exposiciones públicas en las que yo andaba metida (que debo decir, eran muchas).

Creo que la mejor de todas fue el día de mi confirmación, yo no había podido decirle que día me confirmaba, así que supuse que no iba a ir a verme, sin contar que era un evento demasiado público para que pudiera ir dados sus problemas.

Luego de que comulgué con mi tía Ana María, mi madrina, nos sentamos a esperar que la iglesia completa lo hiciera tambien. En ese momento vino mi padrino, me tocó la espalda, me abrazó y me dijo: "Yo no me olvidé de ti". Me dió un beso y se fue.

¡Que buen hombre es Luuuuuuucho! Decía mi tía mientras lloraba desconsoladamente, yo sólo sonreía y saltaba en mi asiento, mi tía ya estaba llorandolo suficiente por las dos... Sonreía porque una vez más fue mi super héroe... claro que es un buen hombre... es mi papi, pensé para mi (porque si, yo le digo así).
Recuerdo haber pesando ese día: Mmmm curioso... hoy confirmo creer en Dios y tambien confirmo que los milagros existen... creo que eso fue un regalo hiper genial para una chica que se ha sentido olvidada demasiadas veces.

Estos dos hombres de mi vida han marcado muchas de mis percepciones, y de alguna form también han hecho que me pregunte que es lo que quiero de otro de sus congéneres, creo ha sido mi padrino el que me ha dejado el camino más claro.

Yo valoro mucho el gesto de mi papá de conseguir el dinero para comprarme un regalo y además su gran fuerza de voluntad para no vender y fumarse el regalo. Creo que esa cajita es la mejor prueba de que algo le importaba en la vida y además era algo asi como el inicio del cambio que decidiría hacer con su vida el año siguiente.

Sin embargo, si tuviera que escoger entre mis dos ejemplos de vida favoritos escogería a mi padrino, no porque haya estado siempre conmigo, mi papá es un ejemplazo de lo que el valor en una persona puede hacer, si no porque moralmente mi padrino no tenía ninguna obligación conmigo.

El no era mi familia, no era mi sangre, yo no lo conocí hasta unos meses antes que me bautizaran (y me bautizaron a los 8 años...) El escogió hacer todas esas cosas por mi porque consideró que era lo correcto a hacer, pues al caer las gotas de agua en mi frente en la iglesia el prometió cuidar de mi "como si fuese mi padre si es que este me hiciera falta" y aunque el no es ni remotamente católico, lo hizo sin chistar.

Me llevó a pasear los domingos, me cargo en su espalda cada vez que yo me trepaba, me ayudó con la tarea, me acompañó a mis ensayos de ballet, me defendío de mi mamá, me regalo florcitas y me explicó cosas que yo necesitaba entender. El decía algo y en la medida de lo posible lo cumplía, sus "No se hijita, pero te prometo averiguar" a mis preguntas raras me dejaban con una tranquilidad increíble.

No quiero hacer parecer menos a mi papá porque sus circunstancias eran totalmente distintas, lo que quiero decir aquí es que es fácil decir de lejos "tu me importas, yo pienso en ti", es mucho más dificil poner esa frase en práctica, porque puede que todo eso pase por la mente de una persona y realmente lo sienta, pero si eso no va acompañado de acciones es como si nunca hubiese existido, me atrevo a decir a que es casi hipocresía... y como dice el dicho: "De buenas intenciones esta construido el infierno".

Creo que el amor muchas veces amerita "hacer sacrificios" que pueden sentirse hasta casí imposibles, pero tambien me he dado cuenta que más sacrificase es tener la voluntad de apostar por la(s) persona(s) que quieres y es (son) importante(s) para ti.
Yo no voy a sacrificar mi vida en nombre del amor, porque considero que el amor se comparte y se trabaja, no se usa como término intangible.

Yo no espero que nadie deje su vida en stand by por estar conmigo, no espero que nadie deje de vivir por mi, pero si espero que el hombre con el que este tenga los pantalones suficientes para apostar por mi, por todo lo que el "nosotros" significa y trabajar, trabajar juntos.

Eso es lo que quiero de un hombre, quiero que no sea puras buenas intenciones, quiero que sea consecuente con sus palabras, que sea lo suficientemente valiente para intentar y lo suficientemente humilde para aceptar que no siempre las condiciones son las mejores, pero siempre se puede encontrar una forma de seguir juntos si es que realmente en algo le importa el "nosotros".

Eso es lo que quiero.
Amén.



miércoles, 17 de junio de 2009

Una salvedad a todo mi delirio

Hoy estuve releyendo muchas de las cosas que he escrito en el tiempo, y me dí cuenta de que muchas de ellas son producto de una sola emoción que me agobia en el momento y tengo que sacarla de mi sistema. Sobre todo, cuando hablo de la única persona que me carcome el cerebro año tras año.

La gran mayoría son desarrollo de esos pensamientos paranoico - neuróticos que tenemos las mujeres demasiadas veces en el día, esos que se exacerban una vez al mes o que vienen con más fuerza cuando me doy cuenta de que las opciones son demasiadas y no dependen de mi, esos de lo que me burlo con desparpajo con mis amigos y hago mínimos cuando se me pasa la oleada de locura.


Yo se que es algo temporal... estoy segura que pocos lo saben. La única forma de saberlo es que alguien se siente a hablar conmigo un rato, pero bueno... las comunicaciones que no son persona -persona suelen ser así de ambiguas.


Empiezo así porque me he dado cuenta de que en ninguna parte he puesto lo que realmente pienso, sobre todo acerca de ese tema hiper recurrente. Sólo me quejo y cuento cosas que ya pasaron, he dicho muy poco (si es que no es nada) acerca del presente.


Mi tema con este señor no es todo dolor como he posteado ya tantas veces, por el contrario ha tenido y tiene matices tan buenos que hacen que yo todavía tenga esperanza en que algún día las cosas pueden "SER" entre él y yo. Es una sensación que no se me ha ido del cuerpo, no se si algún día se vaya, si se que cada día tengo menos voluntad, supongo que lo que debo hacer lo sabré a su debido tiempo. Tampoco tengo apuro, creo para su suerte (o tal vez para la mala mía) todavía me encuentro en un punto en la vida en que esto no interfiere con mis planes y yo puedo darme el lujo de ver que es lo que sucede (o no).

Me leo sin pensar en que fui yo la que tipeó esas palabras y me encuentro masoquista, me molesto, me doy pena, me identifico conmigo, espero que todo se acabe para esa persona que escribe como sigue dando vueltas sin parar. Me he dado cuenta de que mi yo escrito muchas veces es una quejosa caprichuda que no ve más allá de lo que quiere tener y de la molestia que siente.


Yo nunca he sido una persona que se pegue con muchas cosas, la gran mayoría de veces las personas creen que soy una webera que no le importa nada en la vida, mi hermano me dijo eso una vez: "Parece que a ti nada te importa", me dolió que me diga eso, porque no es verdad, es sólo que creo que es mejor escoger bien las cosas a las que quieres dedicarte con ahínco. No voy a preocuparme por lo que le pasó al vecino, al amigo que conocí una sola vez en casa de fulano o cosas por el estilo, porque considero que no me hacen crecer como persona.


Sin embargo, soy demasiado pegada a las cosas que si me mueven el corazón, demasiado paciente, demasiado buena, demasiado esperanzada, demasiado entendedora, demasiado de todo y demasiado cojuda también. Pero mi paciencia no es eterna y la verdad no soy tan buena todo el tiempo.


Un ejemplo de eso es mi carrera, desde un inicio fue algo dificil de alcanzar que pero que me hace feliz hasta los tuétanos. Creo que mi fin último nunca fue actuar, aunque todo mundo lo piense y haya pensado así, yo quería enseñar, sólo que no tenía muy claro el método, claro, profe de cole no quería ser, pero bueno... par ser maestra de lo que sea tienes que estudiar primero ¿no?

Y así empezó mi busqueda de estructura... primero que no ingresé a la primera a la universidad, mi familia decía que era una porquería lo que iba a estudiar, que me iba a morir de hambre, que mejor postulara a otra universidad (que no tenía lo que quería estudiar) que fuera más fácil (las dudas acerca de mi capacidad han sido constantes), cuando ingresé que seguro estaba engañando a todos y que seguramente era una vaga, cuando constataron que no era una vaga se calamaron un poco, cuando vieron que de hecho trabajaba usando las herramientas que había obtenido, se quedaron callados.



En el camino he descubierto que soy buena para un millón de cosas más y muchas personas (incluso algunas que quiero en demasía) me han preguntado ¿porque no estudias una de esas carreras cortas de administración o de hoteleria y te arreglas la vida trabajando en eso? y mi respuesta serena (a pesar de querer ser rabiosa) siempre es la misma: Porque esto es algo que hago bien, pero no me llena el corazón, yo quiero hacer algo que me permita enseñar las cosas como me las enseñaron a mi, con arte, con amor.


Y si de amor hablamos, la situación es igual o mucho más drástica.
Hace poco una amiga me dijo que se había dado cuenta que yo me había convertido en una mujer que no tenía miedo a sentir, que cuando ella me conoció yo caminaba con miedo a ser herida por cualquier flanco y por eso prefería no amar a nadie, "Estoy contenta por ti, has madurado Grinch" jaja... me puso feliz que me diga eso y no precisamente por haber madurado, si no porque si, yo era conciente de eso y me hacía muy triste.
Yo no quería amar por completo a nadie porque en mi primer intento me rompieron el corazón mal; lloré tanto durante tantos días que cuando por fin estuve exhausta de hacerlo me dije: OK, esto se acabó, ni una lágrima más por ese imbécil, ya no quiero amar a nadie, que se quiera el resto, yo ya no quiero querer a nadie. Y así me pasé como 6 años.
Seis años en que estuve y salí con varios y no quise bien a ninguno. Me sentí tan infeliz como si yo misma me hubiese deseado mal.
Un día por fin me conecté con alguien, sin embargo, a pesar de lo bien que lo pasabamos juntos y las ganas que yo tenía de quererlo (por fin), no estabamos en la misma sintonía. El quería salir con muchas y yo sólo quería salir con él. La incertidumbre se apoderaba de nuevo de mi cuerpo y yo no sabía que hacer, él no tenía reparo en decirle a todos que salía con todas y yo no soy siempre un dulce. No hice escándalos, no derramé ni una lágrima, sólo me aseguré de que le quedara claro que ahí la que perdía no era yo. Han pasado los años y somos amigos, el se disculpó conmigo y aunque se que sus disculpas son sinceras, no me da nadita de pena, creo que tuvo (y tiene) exactamente lo que sembró. No voy a contar lo que hice porque eso merecería otro post, pero me divertí mucho dándole donde más le dolía. Y de ahí de nuevo... que se quiera el resto.

Luego me junté con un chico de tan buen corazón que hasta el día de hoy me siento mal de no haberle querido como se debía; no iba a funcionar nunca, pero el no se merecía tanta desidia de mi parte. De verdad hice el intento, me mantuve con él pues sabía que era una persona incapaz de hacerme daño y pensé que tal vez eso era lo único que necesitaba. Estaba tan equivocada.
Los dos buscabamos cosas distintas, todo se terminó y fue en buenos términos, tiempo después hemos hablado de eso y estoy contenta de poder tenerlo como amigo aún, pero estoy más agradecida porque siempre ha sido una persona que dice lo que tiene que decir y que no se esconde. Creo que en su momento no supe valorar lo caballeroso de su proceder, luego la vida misma me haría entender.
Yo ya estaba harta de mi propio proceder, me había autoimpuesto no querer, no preocuparme más de lo necesario, no sentir más que lo que me provoque; según yo, por mi propia seguridad, por mi propia sanidad mental, porque mi yo egoista no quería tener que dar nada y esconderse. Era mejor no aparecer, no llamar, no mostrar mucho interés, pues si lo hacía probablemente tendría que hacerme emocionalmente responsable de alguien o alguna circunstancia que me obligaría a tomar desiciones, según yo eso me iba a dar "Estabilidad"; por propia voluntad me estaba negando la oportunidad de ser, vivir y sentir como alguien que tiene algo para dar.

Hasta él.
Por fin me conecté con alguien y de una forma que yo no conocía, claro... no me había preocupado por conocer, sólo que esta vez tenía la sensación de que este señor era el amor de mi vida (¿Cuán circunstancial puede ser eso?). Creo que nunca habíamos tenido la oportunidad de estar así de cerca y yo tambien me hice la loca muchas veces.
Todo pasó, yo fui muy feliz a su lado, lo quise como todavía no he vuelto a querer a nadie y el me tomó de la mano cada vez que yo me sentí desvanecer. Sería muy largo escribir aquí todo lo que fue, ya para eso estoy escribiendo aquellos tiempos en capítulos... jaja... (o trato cada que me acuerdo) Y si hubo algo que yo no aprendí con él fue a decir las cosas como las sentía y las pensaba en su momento, así hayan sido difusas o hasta incongruentes, creo que si nos hubiesemos dado el tiempo de ponerlas sobre la mesa, las cosas habrían sido más claras y menos dolorosas, me atrevería a decir que incluso distintas.
Tal vez si me hubiese permitido abrir el corazón más veces habría obtenido más herramientas para manejar lo que me pasó en el momento.
Yo me quedé con muchas cosas que decirle, que me carcomían el corazón, el cuerpo, la mente, el alma... toda yo. No sólo eso, si no que además descubrí que sentía cosas que no tenían ningún sentido aparente pero que no podía sacarlas de mi cabeza y me hacían daño y bueno... así abri este blog. Para leerme, descubirme y entender lo que me había pasado. Para ver si mi voz se manifestaba por algún lado.
Y claro, todo tenía que ver con él, porque siento que de algua forma el fue la parte feliz de mi periodo de transición hacía lo que quería hacer en la vida, algo así como un enlace entre lo que había sido antes de estar triste, lo que fui en esos días, lo que iba a ser despues.
Probablemente todavía sigo pensando en él porque fue con quien yo por fin decidí abrir mi corazón y aprender a amar. En ese momento fui muy correspondida (o por lo menos sentí serlo... ¿CreO?), pero me queda claro que este tema no es sólo un tema del momento y cercanía, si no de aprender a mantenerlo en el tiempo y circunstancias.

Es curioso ver que las cosas que aprendí y recordé con él, él ya no las hace ni las recuerda; tal vez yo he querido darle un papel que no era el que cumplió, tal vez él sólo me acompañó en mi descubrimiento. Tal vez las circunstancias que él vivió despues de mi han hecho que esas buenas cosas se hagan pequeñas. De cualquier forma, me hubiese gustado hacer lo mismo por él. Entiendo que esa tampoco es mi desición.

Tampoco creo que mi sentimiento por él sea toda dulzura y ganas de compartir, tiene tambien su lado egoísta, estar cerca de él es como si existieran pastillas para encontrar la vía zen, me calma de una forma inimaginable, como si mi vibración con la suya se hicieran armoniosas. Eso, entre otras cosas.

También se que hay cosas de él que me molestan en demasía, circunstancias que ahora las pienso y se que no podría quedarme callada, pero bueno... en esos momentos yo estaba como si me hubiesen pateado la cabeza repetidamente y puse mucho más énfasis a lo bueno.

Creo que a él tambien le esta tocando pasar por un periodo de transición en el que no sabes como manejar las cosas y lo entiendo (Y a la vez quisiera hacer caso omiso de eso). Yo tambien he tenido esa sensción de no tener nada para dar y que tampoco querer hacer el intento. Siento que no estoy en posición de juzgarlo. Pero he aprendido y me hubiese gustado compartir lo que encontré con él.

Todo lo que yo he hecho, el me lo ha hecho a mi... karma le dicen... no me siento ofendida para nada, sería hipocresía juzgar algo que yo misma he hecho, pero ahora que lo he reconocido no me molesta, simplemente lo asumo y trabajo para que no vuelva a suceder.

Ahora entiendo las cosas de una forma distinta, se que cerrar la puerta no es la solución (Aunque quierooo!!! quiero hacerlo!!! y que no entre nadie nadie... me escondo, chau, me fui. ), porque de una u otra forma la vida se va a encargar de que aprenda lo que me he negado a ver en su momento y eso es un poco como tener una herida llena de pus, mientrás más esperas para enseñársela al doctor y curarla, más doloroso será el tratamiento, más larga será la recuperación... y a veces, ya es demasiado tarde para encontrar la cura.

La gente que me quería tuvo muchas opiniones, mi cambio fue evidente porque corporalmente tambien cambié y los que más se dieron cuenta fueron las personas que estuvieron cerca de mi y querían que este bien. "Sal más, busca a alguien, busca a alguien menos complicado... si te habra querido como tu crees, si te hubiese querido por lo menos haría el intento de comunicarse contigo (las dudas han sido constantes), anda te presento a alguien (los ofrecimientos tambien han sido muchos), tus estándares son muy altos, asi nunca vas a conseguir a nadie, no puedes pasarte la vida esperando".

Yo no estaba tratando de conseguir, reemplazar o introducir a nadie en mi camino, tampoco pensaba que estaba esperando a alguién (por lo menos no era mi plan). Yo sólo estaba tratando de resolver y procesar la cantidad de cosas que tenía para poder seguir con mi vida. Sólo yo supe que era verdad y que era lo que necesitaba. Sinceramente creo que hice un buen trabajo en mi.

Ahora sólo vivo y trato de que la forma en que lo haga sea la más abierta posible, cuidadosa conmigo y con mis palabras para los demás, se que mi posición en la vida es la de aprender y tratar de enseñar, no se cómo, pero uno nunca sabe como la propia vida puede cambiar la de otra persona.

No puedo evitar tener destellos y explosiones erráticas en momentos en que la información es demasiada y las emociones y primeros pensamientos son tan grandes que necesito ponerlos fuera de mi. Como dije al comienzo, estoy segura que nadie sabe que la gran mayoría son emociones poco duraderas y que poco tienen que ver con lo que voy a escoger hacer en realidad. Pero aparecen, las siento y aunque no las quiero, tengo que hacer algo con ellas. Que puedo hacer... soy mujer, la histeria esta en mi código genético.

Ahora las escribo, esta es mi herramienta.

Yo se que es lo que quiero y necesito, es bueno saber que puedo dar los pasos que sean necesarios. No sé si las cosas seran o no con él, se que quisiera que fuera parte de mi vida y tambien se que la opción de pareja es una cuestión ahora un poco lejana, ambigua e incierta, así que bueno, soy conciente de mis opciones.

Y no, no soy tan paciente. Geralmente y si me provocan, soy una lacra... incluso con chispazos de insanity.

Mi vida necesita estructura y eso es algo que no he aprendido a hacer de las personas con las que he crecido, asi que no me queda otra que ir lentito. Pero esta vez, no me corro ni me escondo; he aprendido a respetar más a las personas con esas cualidades.

Siento que es parecido en el amor por mi carrera y el amor por una persona, Yo no hago nada para probarle nada a nadie, sólo hago lo que quiero y he continuado sola y casi a ciegas tan sólo porque yo sé en mi corazón que esto es lo que quiero hacer en la vida, yo se que para esto sirvo, yo se que puedo construir algo bueno; tal vez todavía no sepa exactamente como voy a hacerlo, pero sé que lo haré.

Yo no necesito pruebas previas de que esto va a funcionar, yo sólo lo se; y aunque a veces desespero y siento que toma una eternidad, lo que voy encontrando en el camino me llena el corazón. Vale la pena, claro que vale la pena.

Yo no sé que va a pasar, pero estoy segura de que todo estará super bien.

lunes, 15 de junio de 2009

Referencia - Mis pensamientos a tus frases

Hace días tuve una conversación con él, interesante, pero siempre se me quedan tantas cosas entre líneas, creo que por eso traté de verlo tantas veces, aunque por experiencia se que el tiempo para decirle todo lo que quiero es siempre insuficiente.
El no quiere tener tiempo para mi.
Yo le doy ún millón de vueltas a todo, porque quiero decir mucho, pero no se como, porque no se que es importante de verdad, para mi todas las palabras son importantes, todo lo que dice y digo, porque es la única forma que tengo de armar un rompecabezas que me permita entender.
La verdad es que me paso la vida tratando de entender y nadie se da cuenta del trabajo que me cuesta, porque no tengo referencia alguna, no se que esta bien o que esta mal, sólo veo un millón de opciones y no se que hacer con ellas.


"Tu has pensando que ellos eran una fuente, ellos nunca te han dado referencias, eres tu quien ahora se la da "


Es fácil decirlo, pensé para mi, a veces quisiera que te pusieras en mi posición y no en tu asiento neutro. Quisiera que por una vez en la vida te pusieras en mis zapatos, las cosas para mi son muy inciertas porque las personas con las que he crecido nunca han tenido un rumbo fijo, punto de llegada, meta que alcanzar, se han pasado la vida tapando huecos y no construyendo algo.
Por eso paré tanto tiempo, porque sentí que no tenía fuerza para nada más, porque no había alguien que me diera un atisbo de experiencia sin amargura. Si, soy yo la que tiene que darse un referencia, buscar lo que quiere, pero estoy tan cansada, me siento tan sola en el camino.

"Cuando no tengas fuerzas es por que estaras cansada y ahi uno debe reposar, pensar, meditar y volver"


¿Volver? ¿Volver a donde? ¿Donde hay un sitio así? ¿Volver a pensar a dónde? Yo no tengo un sitio asi. No se cómo hacer eso, yo sólo se que me tengo que sentar sola como todos los dias y escribir la vario pinta cantidad de opciones que tengo, suponer, suponer todo el tiempo, tener fe en que estoy haciendo lo correcto, confiar en mi sensación, que es lo único que se reconocer, sentir es mi única herramienta y a veces me es tan dolorosa.


"Pensar, meditar y volver, no abandonar"
No puedo abandonar, eso lo sé, si abandono entonces no tendré nada, no me queda más que arriesgarme y esperar lo mejor. Me siento como en esas películas donde uno viaja en barco y ve personas que despiden a otras personas, pero nadie esta ahi por ti... haces como si no te importara y sonries, pero sabes que si algo pasa, vas a tener que arreglartelas.
Pensar y meditar es algo que hago todos los dias, no abandono, pero no se a donde podría volver. Supongo que quiso decir "volver a intentar" y bueno, eso ya es historia muy conocida.
Parate, sonrie, vuelva a intentar... dejame decirte con una sonrisa lo bien que se hacer eso.
"Pero como no encuentras un novio, eres tan linda"
JAJAJA. Imbécil.
Estoy harta de esas frases hijas de puta y la respuesta es simple: No encuentro a nadie 1º porque nunca lo busqué, tenía cosas más urgentes que resolver, 2º porque me quedé mucho tiempo pegada contigo y cuando por fin me di cuenta, encontré tambien que todo mundo no esta buscando compartir nada con nadie, si no estan buscando alguien que satisfaga sus necesidades y bueno, yo no se hacer eso.
Mi programación esta configurada en inicial franciscano: No buscar ser amado si no amar. A veces pienso que eso tambien es un poco tóxico.
Tampoco quiero aprender a obtener amor en sólo una vía, el amor se comparte, si no no tiene sentido. Así pienso, así siento.
Diganme que no existe, que las cosas no funcionan así, que puedo hacer si así siento y así quiero a las personas. Pensé que lo recordabas.
Pensé que recordabas la forma en la que siempre te he querido.
No se que te hicieron, te veo y veo esa luz de antes, pero tu te empeñas en pensar que eres eso que dicen otros y te vuelves a ir.
Tu no eres una mala persona, nadie carga con ningún Karma si ha aprendido de sus errores, pero todos los días te propones a actuar como si merecieras un castigo. Yo te veo y hablo y sólo tengo la sensación de querer quererte, tu pareces un perrito golpeado y asustado que gruñe y no se deja curar, eso a mi no me asusta, se que si me dejaras tarde o temprano eso pasaría.
Pero tu te alejas todo lo que puedes no sin antes decirme que me quieres. No importa lo que digas si es que despues de eso vas a salir corriendo a esconderte en el silencio, nuevamente me haces sentir como si fuera un problema en tu vida.
A mi se me parte el alma, porque esta vez estoy empezando a creer que debo abandonar.
Si abandono, sería como ir en contra de todo lo que pienso y siento, pero he pensado y meditado tanto sola que creo que ya no tengo fuerzas. ¿A donde puedo volver? No hay un sitio así para mi.
Tu fuiste alguna vez ese sitio... o tal vez fue sólo un escotoma autoimpuesto... lo que si se es que ahora siento que te he perdido, no porque ya no seas la buena persona que yo amaba, si no porque solo me muestras las acciones de esa persona que dices que no quieres ser.
Yo no te entiendo, tu no me explicas, yo siento que te perdí.

jueves, 4 de junio de 2009

X

A veces creo que vivo de recuerdos, recuerdos que han hecho que aprenda como es que quiero hacer las cosas, pero que no son más que carteles que llevo a todas partes.



Me siento en la vía pública con mis recuerdos y mi aprendisaje, que no sirve para nada si no puedo compartirlo. Tal vez ya no se cómo compartir.



Los miro, los miro a todos y entiendo al señor que vende caramelos y nadie quiere verle la cara para no sentirse comprometido a comprar o decir que no, simplemente hacer como si no existiese.



Y me pregunto si de verdad esto que tengo existe porque no encuentro a nadie que entienda mi mensaje. Hace tanto que nadie entiende mis mensajes, tal vez he empezado a hablar un lenguaje distinto.



Lo único que se es que tengo un cajón de cosas para regalar, pero parece que ya son muy viejas, nadie las quiere, tal vez ya no son bonitas. ¿Que puedo hacer si yo las amo? Yo se que son buenas, yo se que podrían ayudar a alguien, tal vez ya no son tan bonitas, tal vez son muy antiguas.



Tal vez sólo debería renunciar.

Hoy

Mis miradas para ti son nuevas todos los días, si quieres guardar las de ayer hazlo solo si te hicieron feliz. No guardes tristeza ni amargura, que sólo empañan el camino para encontrar los nuevos caminos.

Yo te regalo una mirada nueva a cada ratito porque quiero que sepas que también te pienso nuevo a cada momento. Yo no te amo por nuestro ayer y su roce pasado, te amo porque hoy te miro y siento que eres mejor que ayer, te amo porque hoy te toco y siento que ere la persona con la que quiero estar hoy.

Hoy.

Mañana es aún lejano y todavía tenemos chance de construirlo en este segundo ¿cómo habrá mañana si no te amo hoy?

Yo te amo para siempre porque siempre es todos los días y aunque mis días sean un tiempo pequeño los uso eternamente para mirarte nuevamente y descubrir que te amo cuando cambias y construyes con sorpresa miradas que me llenan de alegría.

martes, 2 de junio de 2009

Antes de irme I

Lo que sucedió en esos momentos fue una melcocha de situaciones... esos momentos en que la vida se empeña en armar un nudo en la red, todos se juntan, se estrellan, se entrelazan y donde inevitablemente tienes que escoger que hebra quieres seguir.



Sinceramente pensé que yo iba a ser la hebra que se rompe, esa que se pierde en medio de la soga y nadie se da cuenta. En esos momentos sentí que era así, pero en el último momento mi rumbo cambió. Claro, ese "último momento" sucedió precisamente al último y cuando yo ya me había resignado a que en cualquier momento todo se acabaría.


En esa época, mi mamá estaba pagando por mis estudios y yo estaba muy contenta yendo únicamente a clases, ¡Qué bien va la vida en este aspecto! pensaba, seguramente todo empieza a cambiar en cualquier momento. Que presentimiento para más acertado... uno nunca sabe los caminos del cambio.

Por esas cosas que pasan en la vida, mi mamá decidió no pagar más por mis estudios, lo hizo tan repentinamente y sin previo aviso que yo no supe tomarlo bien. ¿Cómo puedes comprometerte con alguien y luego decir ¡Lo siento! ¡Ya fue!?, ¿cómo puedes dejar en el aire a alguien que cree en lo que dices? ¿Cómo puede dejarme en la nada alguien que se jacta tanto de que su palabra vale muchísimo?¿Dónde estaba esa palabra?¿Es que conmigo no aplicaba?. Yo no sabía que pensar, me sentí muy desamparada.

Pero bueno, había que buscar soluciones, así que necesitaba un trabajo. No lo busqué inmediatamente, pues por el momento tenía algunos cachuelos que me daban dinero para los pasajes y copias, estaba totalmente dedicada a disfrutar de las clases y de todo lo nuevo que iba descubriendo. Si inevitablemente me iba a quedar con una deuda pues creí que por lo menos tenía derecho a disfrutar de mis clases. Ya en las vacaciones buscaría algo para juntar dinero.

A mi favor tenía no sólo disfrutar de lo que hacía si no además toda la novedad de una relación donde te das cuenta que no te has equivocado en lo que pensabas acerca de esa persona que te gusta. Y no sólo eso, si no que además de estar feliz con él, su familia parecía quererme. "Una familia que te quiere", eso siempre ha sido un concepto tan ambiguo para mi.

La familia de él era algo así como ir por primera vez al circo, todo estaba lleno de ilusión. Su mamá no me miraba como bicho-raro-roba-hijitos, todo lo contrario, trataba de hacerme sentir contenta cuando estaba en su casa, me daba helado, hablaba de sus plantas y yo le contaba de mis tejidos y bordados incipientes, me sonreía al llegar, me decía reinita y alguna vez dijo delante de todos que ella me quería más que a cualquier otra ex novia pues ella sentía que yo la quería, lo cual era muy cierto, ¿cómo no querer a alguien que cuida de ti a pesar de no saber quien eres o de dónde vienes?.

Claro que la quería mucho, la miraba y sonreía porque me daban cosquillitas en la panza... pensaba que era como Titania la Reina de las hadas... cuidaba de sus plantas y animales con esmero, tenía una araña a la que alimentaba y siempre estaba emocionada con las cosas que hacía. De hecho podría dar un montón de connotaciones más que me parecían hermosas de encontrar en una mujer, pero no creo que este en posición de darlas tomando en cuenta que es mamá de alguien... jejeje... Aunque creo que lo más bonito era ver como recibía a su esposo, lo miraba y parecía tener la emoción de una niña de 4 años... saltaba lo besaba y hacía ruiditos... Una dulzura.

Su esposo era otro personaje bello también, debo decir que me hacía acordar mucho a mi Papi... siempre pensé que hubiesen sido grandes amigos. Sus bigotes eran parte de su personalidad, hacía bromas todo el tiempo y andaba de buen humor, cocinaba buenísimo los fines de semana y se reía a carcajadas tan fuertes que nadie alrededor podía dejar de reírse. Jugaba como cavernícola con su hijo y a mi me encantaba verlos, se les veía tan felices de compartir la mutua compañía.

Su hermana no paraba de hablar y eso me encantaba, hablaba de ella, de mi, de su familia, de su hermano, hablaba de todo y de todos; siempre me hizo sentir bienvenida y muchas veces me regaló palabras que guardo y agradezco hasta el día de hoy, aunque nunca compartimos muchas cosas, siempre pensé que era una chica a la que me gustaría tener como amiga. Estaba locaza... pero bueno, yo tambien lo estoy.

Eso si, creo que no me hubiese gustado estar alrededor de ninguno si estaban molestos, a pesar de estar siempre contentos se notaba que si se molestaban... no ibas a tener mucha suerte.

Así de disparejos iban los caminos de mi vida, creo que es evidente donde quería estar, pero tambien era evidente que no podía evadir el resto, no digo que mi lado familiar haya sido un completo desastre, simplemente era diferente.

Pero bueno, al ver que inminentemente iba atener que dejar de estudiar, necesitaba conseguir un trabajo para seguir adelante. Fue así que entre a trabajar a ese hotel, donde todo parecía maravilloso, pero al entrar no era más que una cuna de lobos: mal pago, mal trato, mal jefe. Pero bueno, fue la primera opción que tuve a la mano y a la que me aferré mientras buscaba algo mejor y aunque haya sido un mal sitio para trabajar, fue el que me mantuvo a flote cuando todo se iba a pique. No hay mal que por bien no venga dicen por ahi.

Ese fue el escenario inicial del bolondrón que vendría despues, ese que empezó a hacerme ver que las cosas podían ser diferentes, que hizo que yo quisiera para mi cosas diferentes y que me llevaría a la tremenda trifulca familiar que terminaría conmigo fuera de la casa materna.

"Eres una insubordinada" fue el argumento que uso mi madre... "Tienes que acatar mis normas, así des dinero aquí se hace lo que yo digo". Debo decir que a los 24 años esa frase me pareció más que ridícula, tomando en cuenta que no le pedía dinero y nunca en la vida había tenido que darle cuentas de nada a mi madre, pues siempre estaba más ocupada haciendo algún "seguimiento"; sólo que en los últimos tiempos el "seguimiento" se había vuelto tan rutinario que a los sujetos objeto de seguimiento les daba lo mismo lo que ella pudiese decir o hacer. Ella necesito hacerse de alguna forma de control que le permitiera sentir que llevaba las riendas de su vida. No es necesario decir a quien se le ocurrió controlar.

Yo nunca he sido una mujer a la que le guste mucho el control y digo nunca porque incluso desde niña siempre me las ingenié para hacer lo que quería, tal vez tenga algún problema con la autoridad que se yo, pero creo firmemente que uno no debe hacer las cosas porque otro te lo dicen si no porque crees que es correcto.

He allí el inicio de todo, mi mamá consideraba que mi comportamiento era agresivamente transgresor a su idea de cómo debía comportarse su hija, yo estaba convencida de que lo que hacía estaba absolutamente bien. Ella repetía una y otra vez que "se me había retardado la edad dificil" y que me había entrado una "rebeldía incorrecta"; yo la miraba y pensaba que la verdad es que yo siempre he hecho lo que he querido, con la salvedad de que siempre tuve un buen argumento para que me dejaran en paz... parece que ella nunca se dió cuenta.

Estoy muy segura de que ella empezó a pensar ¿En que momento se me salió de las manos?, yo siempre había tratado de llevar la fiesta en paz, de ser la hija que no daba problemas, de ser especialmente cuidadosa con mis palabras, pero en esos días la escuchaba y me causaba indignación, ¿Quién se ha creído para decirme que es lo que debo hacer?¿Que se había creído ella para juzgar si estaba bien o mal lo que hacía si nunca se había preocupado por saber lo que pensaba o sentía? Yo siempre he tomado mis desiciones sola y eso no iba a cambiar ahora que se había dado cuenta de que ella no participaba en mi vida.

Así que mi mamá usó su ya conocida táctica de chantaje sentimental que puede resumirse en "Uds. no tienen a nadie más que a mi, sin mi estan solos en el mundo" y la usó repetitivamente ese año infructuosamente. Me botó 3 veces de la casa y yo me fui sin hacerle mucho caso, ya conocía esos arranques de locura, me llamaba al otro día al ver que no había llegado a dormir y me preguntaba ¿que creías que estaba hablando en serio? y pretendía que nada había pasado. Y así como por arte de magía a mi se me pasaba tambien, para que hacerle tanto caso al berrinche.

Pero llegó el día de colapso amoroso-monetario-personal de mi madre y al parecer yo tambien le causé algun conflicto. Se pasó semanas diciendo que había llegado el momento de deshacerse de "lastres", para mi ese significado tenía nombre y apellido, para ella parece que era un concepo más global... y bueno, luego de una pelea realmente apoteósica y de hacer uso de sus mejores recursos de chantaje se dió cuenta por fin de que yo no iba a dar mi brazo a torcer.
Fueron muchas cosas más las que nos dijimos, muy dolorosas e innecesarias; recuerdo el momento y no me reconosco, la tranquilidad y zaña con la que brotaron mis palabras me hicieron pensar durante muchos meses en cuanto tiempo me guarde esas cosas para que hayan estallado de esa forma. Fue como si la Yo maligna se hubiese despertado para pelear con una fuerza igual de terrible.

Debo admitir que deliveradamente dije cosas para hacerle daño, cosas que eran ciertas, pero que en ese contexto sonaban más malas de lo que realmente eran, cosas que sabía eran sus miedos y seguramente tambien los mios. Si hay alguien que podía hilar todas esas palabras y episodios para que sonaran espeluznantemente atroces, esa era yo, que puedo decir... aprendí de la mejor.

Ella me dijo una cantidad de cosas a las que yo conteste con un cinismo que ni yo conocía, siempre alrededor del mismo tema "No tienes a nadie más que a mi". La diferencia ese día fue que esa vez, yo no me sentía sola (soy afortunada de que ese día haya sido así).

Fueron muchas las cosas que influyeron en ese momento, que no son una disculpa o una justificación, simplemente pasaron así. Me botaron y yo me fui sintiendome desamparada, pero convencida de que era lo correcto a hacer, tenía que irme pero esta vez en serio.


No se si lo que influyó fue el haber visto otras formas de convivencia o que ya estaba harta de tanto drama o que simplemente era momento de cambiar, tal vez fue un poco de todo y de nada. Pero si hay algo de lo que si estoy segura es que haber compartido tiempo con esa familia me hizo recordar muchas cosas que yo tuve en algún momento y que perdí por distintos motivos, pero que me hacían tan feliz.

Yo quería  esas cosas, siento que no había otra forma de hacerlo sin irme de casa. Con ellos recordé el entusiasmo que sentía por las cosas que hacía, la alegría que me causaba compartir lo mio, lo feliz que me sentía haciendo feliz a otros. Recordé que yo sabía querer así a las personas, con lo bueno y lo malo, sin enfocarme sólo en una cosa o sólo en lo que yo quería ver. Puede que ellos ni se hayan dado cuenta, pero yo los mire cada momento que tuve porque veía en ellos cosas que yo quería ser, cosas que yo sabía que tenía, pero que guardé inutilmente.

La puerta se abrió y yo decidí irme porque sabía que lo que quería para mi, no estaba en esas paredes. Yo necesitaba volver a encontrarme, no tenía ni idea de cual sería mi camino, pero sabía que iba a encontrarlo.